27.2.09

Lectura infantil

Como algunos podrán notar, queridos lectores, tras semanas de ausencia regresó el siempre contreras de Isolino. En algunos de las entradas ya pueden leer sus ácidos comentarios; sin embargo, este blog está hecho a prueba de todo. Uno de los comentarios publicados me hizo reflexionar sobre mis lecturas en la infancia.

¿A qué edad comencé a leer por cuenta propia? Que yo recuerde, alrededor de los cuatro años. A esa edad leía los libros de la colección de Disney que mis padres me habían comprado. Dentro de esa colección mi título favorito fue: Aprendiz de mago. También recuerdo haber estado leyendo en casa de mi bisabuela su tomo de los cuentos completos de los hermanos Grimm. Prefería los cuentos donde aparecían los lobos (es curioso, hoy mi hijo también prefiere historias donde aparezcan lobos). Posteriormente desconozco lo que sucedió. Mejor dicho, recuerdo más haber sido un deportista a ultranza: veo fotos mías vestido como Björn Borg, de jugador de futbol americano (con casco y todo), enfundado en mi uniforme de soccer, con mi balón de basquetbol y, finalmente, lo que de niño quería ser, de beisbolista.

Y entonces vuelvo a ver un libro en mi infancia --alrededor de los diez años--. Recuerdo, casi vuelvo a sentir, la emoción cuando entraba a una librería y encontraba el nuevo tomo de la colección "Elige tu propia aventura". Devoraba los títulos, leía cada libro buscando todos los finales posibles. Quiero aclarar que en mi intermedio deportista leía los libros de Time Life que alguna vez ya mencioné en este blog: mis favoritos eran el de los insectos, el universo, los animales y la historia.

Y luego, llegó la adolescencia. Me hubiera gustado leer más, aunque no me quejo de no haberlo hecho. Y aquí es donde la mordaz lengua isolinesca escupirá fuego sobre mi texto.

26.2.09

6 cosas sin importancia

Ayer encontré en un blog que leo con frecuencia una invitación a publicar las 6 cosas sin importancia que me hacen feliz. A continuación la lista sin ningún orden predeterminado por mi consciencia.
  1. Leer y escribir de noche.
  2. Escuchar música con audífonos.
  3. Un beso que no esperaba.
  4. Pensar.
  5. Cuando mi hijo me dice: "Te quiero, papi".
  6. El mar.

Ahora bien, también pongo, por qué no, las 6 cosas sin importancia que me hacen enojar.

  1. No encontrar lugar de estacionamiento.
  2. Que la gente no respete las señales de tránsito.
  3. La idiotez.
  4. La gente que piensa lo siguiente: "Quien no transa, no avanza".
  5. Que mi lugar --de trabajo o en la casa-- no esté acomodado como yo lo dejé.
  6. Una patrulla.

¿Y las suyas?

25.2.09

Y hablando de plástico...

¡Bien! Acabo de leer una noticia de esas que fugazmente devuelven la esperanza de un mejor país.

Resulta que Claudia Sofi Corichi, senadora del Partido de la Revolución Democrática (PRD) lanzó una iniciativa donde propone la erradicación del uso de la bolsa de plástico no degradable. Estas bolsas tardan entre 400 y mil años en descomponerse, lo que genera una contaminación bárbara de suelos y mares.

En México se producen alrededor de 390 mil toneladas de este material, generando ganancias de hasta cinco mil millones de pesos. De esa cifra, 109 mil 200 se destinan a las cadenas de supermercado. El resto (72%) llega a las tiendas departamentales y boutiques que se encuentran en los centros comerciales.

Personalmente he visto que Wall-Mart ya vende bolsas de tela para echar el "súper" en lugar de las bolsas de plástico. Además, las de tela pueden volverse a utilizar hasta que se desgaste. Ya era hora de que en México hubiera algo de conciencia ecológica. ¡Bravo por la senadora Claudia! Ojalá más políticas constructivas como esta salgan de los curules de las cámaras legislativas.

El mundo contra sí mismo

El pasado domingo fue la entrega de los Premios Oscar. Para presentar a los actores y actrices nominadas a llevarse la estatuilla aparecieron cinco actices y actores, previos ganadores, para anunciar a los de su propio género. Dentro de las actrices estaba Sophia Loren (o lo que queda de ella). Se ve mal, muy mal. Tantas cirugías plásticas la han deformado al grado de restarle la belleza y porte que le caracterizaron en sus años de gloria. Todo en aras de conservar una juventud que a nadie nos pertenece.

Las etapas de la vida son eso, etapas, estaciones, momentos por los que hemos de pasar. Pretender que alguna de ellas dure eternamente es tan absurdo como pretender la inmortalidad. Pero, ¿qué estoy diciendo? Al parecer eso es lo que muchas personas en el mundo anhelan: una eterna juventud y, con ella, la inmortalidad. Me pregunto cuántos y cuántas estarían dispuest@s a hacer lo que fuera si les dijeran que habría esa posibilidad, la de vivir para siempre con su rostros de los 25-35 años. ¿Qué pasaría?

Me resulta escandalizante la negación de sí mismo que el ser humano posmoderno hace. En un afán de egolatría, muestra un enorme desdén de su persona, de su verdadero yo. Los seres humano, como todo el resto de la realidad material, estamos vivos para perecer. Nuestra existencia es finita, algún día se terminará. Igual lo es todo: la niñez, la adolescencia, la juventud, la adultez y la senilidad. Todo es un ciclo perfectamente estructurado donde cualquier atentado por modificarlo resulta en un atentado contra sí mismo. Una rosa es bella cuando es botón, cuando está floreciendo, cuando ha florecido y cuando se deshoja. La belleza no está en un momento, sino que cada momento tiene su belleza. Esto es lo que hoy hemos olvidado.

La cirugía estética nació con la finalidad de reestablecer un rostro quemado, una deformidad congénita o algo realmente monstruoso para que esa persona pueda incorporarse a la sociedad. Inmediatamente se vio la posibilidad de modificar no sólo a los necesitados, sino también a los que no lo estaban. Vanity, my favorite sin, le dice el diablo a su hijo en El abogado del diablo. Y sin embargo, es uno de los valores más explotados en la sociedad del vacío. El otro día vi un programa de televisión que se llama Dr. 90210. En él los cirujanos plásticos más reconocidos de Hollywood muestran sus "creaciones". Sabía de las operaciones de senos, glutéos, nariz, liposucción, botox y labios, pero lo que vi realmente me impresionó: un hombre se hizo liposucción para aparentar un abdomen de "lavadero". ¿Hasta dónde hemos llegado? ¿Acaso no lo ven? La cirugía plástica es contra natura. Es la manipulación de algo orgánico por medio de algo inorgánico. Una operación de senos puede costarle la vida a la mujer que quería "una talla más". El silicón que utilizan para dicha operación puede ser rechazado por el cuerpo e infiltrarse en su organismo. Entonces será plástico lo que corra por las venas, no sangre.

Además, es ponerse un disfraz que nunca podrán volverse a quitar. Es un abandono de sí, una violencia brutal. Cualquier tipo de mutilación lo es y por esta se pagan miles de dólares. ¿Por qué? Por dos razones: 1) lo material es un elemento muy fuerte en la psicología humana. Es un auténtico imán que nos hechiza y 2) porque estamos vacíos por dentro. No hemos cultivado nuestro interior. ¿Entonces qué hacemos? Lo llenamos de plástico. Caifanes, un grupo de rock mexicano, dice lo siguiente en su canción "Aviéntame": "Qué tristes senos tiene Carmela, el silicón le ha roto el corazón, y ahora llora como Ernesto, quien se ha castrado por falta de amor".

¿De qué nos habla esta letra? Del vacío en el que la sociedad actual vive, de la falta de amor propio. Ya lo señaló Lipovetsky en La era del vacío: estamos en una sociedad desorientada por su propia necesidad de llenar huecos. Como no hay nada dentro, entonces busco rellenar por fuera. Justifico y veo bien los implantes, liftings, botox y toda serie de procedimientos para quedar "perfecto". ¿Acaso no hemos caído en la cuenta de que la perfección sólo le compete a Dios? Y si se es ateo, entonces la perfección no existe. El mundo material --en el cual estamos inmiscuidos-- es imperfecto: la perfección es una ilusión de la mente humana: los círculos, los triángulos de 180°, los cuadrados...nada de eso existe en la naturaleza. ¿Por qué nos cuesta tanto trabajo aceptar esto? ¿Por qué negar nuestra propia naturaleza? ¿Por qué negar quien realmente soy? La perfección no existe ni moral ni física ni racionalmente. La perfección, en este mundo material, sensible, es una ilusión, una idea. Y es de lo que carece esta sociedad: realismo.

24.2.09

¿A favor de la pena de muerte? Contradicción verde

Este es uno de los muchos espectaculares que el Partido Verde Ecologista de México despliega por el país. En ellos anuncia su postura contra asesinos y secuestradores: la pena de muerte. Desde el principio su discurso me pareció deficiente, pero ahora lo compruebo. El PVEM busca votantes, no mejores políticas para el país.

Hace algunos años pusieron en evidencia a Jorge Emilio González Martínez, actual diputado --previamente senador-- y presidente del PVEM en un fraude donde recibiría 2 millones de dólares. Aquí el documento. Pero hoy quiero señalar otra cosa, la contradicción de un partido que no sabe cómo sobrevivir a su propia imagen.

Hoy dicen apoyar la pena de muerte. Sin embargo, uno de sus lineamientos menciona lo siguiente: "EL PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MEXICO es una organización ecologista política interesada fundamentalmente en el cuidado y conservación de la naturaleza y del medio ambiente." Lo primero que me pregunto es: ¿acaso no el ser humano forma parte de esa naturaleza y medio ambiente que buscan cuidar y conservar?

Más adelante continúan: "EL PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MEXICO busca la recuperación y afianzamiento de los auténticos valores culturales de México. En especial, de la tradición y conocimientos autóctonos, que son profundamente respetuosos de los seres vivientes humanos, animales y vegetales, así como de los elementos naturales.Los principios fundamentales del PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MEXICO son AMOR, JUSTICIA, LIBERTAD, para todos los seres que habitan la tierra." Y entonces, vuelvo a preguntar: ¿de qué valores culturales de México hablan? Las palabras hasta ahora son huecas. ¡Y claro que lo son! Sólo así podrían justificar su postura actual sobre la pena de muerte. ¿Hablar de amor, justicia y libertad y pronunciarse así sobre la vida humana? Por favor...

Veamos, pues, cuáles son los valores que están promoviendo estos señores: venganza, odio, irresponsabilidad, irrespeto e irracionalidad. ¿Y estos son valores? Sí. Terrible, ¿no? Los señores del PVEM apuestan por valores negativos en lugar de por aquellos positivos. Digamos que al hablar de valores y no de virtudes se abre la puerta para esto. Un valor es una cualidad que algunos objetos de la realidad pueden poseer. De manera que pueden ser positivos o negativos. Erróneamente se han vinculado a los valores exclusivamente con cualidades positivas; sin embargo, sólo las virtudes poseen esta característica.

Y entonces el PVEM defiende y aboga por la naturaleza al mismo tiempo que pide la pena de muerte para un secuestrador y asesino --como si estos seres, por despreciables que sean, no fueran parte de la naturaleza--. "Hay que matarlos para que ellos no vuelvan a hacerlo", es una de sus premisas. Otra dice que "la pena de muerte a secuestradores y asesinos es necesaria para imponer justicia en un país que carece de ella". Si esto último es cierto, entonces la premisa no tiene cómo sustentarse. Por sí sola pierde consistencia. ¿A quién, entonces, ejecutarán? ¿Al asesino y secuestrador o al inocente que, por defectos de la justicia mexicana, fue inculpado?

La pena de muerte es una manifestación retrógrada que busca regresar a la Ley del Talión: "Ojo por ojo, diente por diente". ¿Es esa la justicia que pretenden en su segunda manifestación como partido? ¿Entonces para qué las leyes si la justicia se redujo a una ley natural de "me pagas la que me haces"? ¿Dónde está la humanidad, la libertad y el amor? Insisto, son palabras huecas, vacías. No hay libertad sin racionalidad y no hay racionalidad donde lo que se pretende es dejarse llevar por la pasión lacerante de venganza. ¿Acaso no debería buscarse que la policía y los sistemas judiciales fueran más eficientes? ¿No sería mejor promover virtudes como la honestidad, la prudencia, la justicia --como virtud, no como valor manipulable--? Fomentando tales políticas crean un estado de barbarie aún peor, porque aunque los criminales sean castigados con dicha ley, no se estarían desarrollando virtudes en la sociedad.

Se debe exigir a quien nos gobierna, no a quien no lo hace. ¿O acaso ya son los criminales quienes gobiernan este país y ocupan los curules en las cámaras legislativas? Al fraude del niño verde, ¿qué? ¿Ese pasa desapercibido y se le premia con una diputación? No entiendo cómo un partido que se pronuncia a favor de la vida en general puede proponer una ley que atenta contra la vida en particular. Contradicciones, nada más.

20.2.09

Crisis económica

En el último estudio de Parametría se realiza una investigación sobre la crisis económica y su impacto en la sociedad mexicana. Una de las variables me hace reflexionar. Es la siguiente: "En su opinión, la crisis económica que enfrenta México, ¿es culpa de la crisis económica que vive Estados Unidos o es culpa del gobierno mexicano?"

Lo primero que noto es que estamos hablando de un recurso retórico. En "Falacias" este tipo de preguntas se conocen como "Preguntas complejas" --que de complejas no tienen nada. Se les denomina así porque la misma pregunta orilla a una respuesta --o dos como es este caso. Es decir, la pregunta trae explícitamente lo que se responderá.

Lo segundo que noto es la falta de información del pueblo mexicano --al menos de los encuestados-- y el grado de manipulación mediático que vivimos. Si bien 39% de la población contestó que la crisis actual es consecuencia de la crisis de EU, 35% piensa que la responsabilidad es del gobierno mexicano. Un escaso 17% se lo adjudica a amabas y el porcentaje restante se divide entre los que tienen flojera de contestar y ponen, "No sé", "Otro" y "Ninguno".

Por otro lado, no debería estar sorprendido por ese 35%: México tiene una cultura muy pobre en educación. La mayoría de nosotros no entendemos los indicadores económicos y toda la parafernalia alrededor de la Economía. Sin embargo, eso no nos exenta de procurar informarnos un poco más sobre estos temas. El mundo se mueve --desgraciadamente-- a partir del dinero. Tener nociones básicas de economía es indispensable para moverse con cautela en este mundo. Ni qué decir de administración. Pero ante todo, hay que procurar el sentido común y tener capacidad de realidad, es decir, de ver las cosas como son y no como queremos que sean u otros quieren que veamos que así sean. Es una enorme irresponsabilidad opinar sin fundamentos. Sócrates murió a causa de señalar a esos. Hoy nadie muere por eso, aunque ante las condiciones mundiales, uno ya nunca sabe.

19.2.09

Librero

El 10 de agosto del año pasado El País Semanal publicó una lista de cien escritores que escogieron los cien libros que cambiaron su vida. A cada uno de estos cien escritores les pidieron una lista de diez libros y así obtuvieron la selección de los cien libros. No recuerdo dónde dejé la lista de los cien libros que quedaron seleccionados. Puedo comentar que hay de todo --como en cualquier lista; desde los que se lo toman muy en serio, en serio, de broma y muy de broma.

A continuación mi lista de libros que cambiaron mi vida:
  1. Diálogos, Platón.
  2. El Aleph, Jorge Luis Borges.
  3. Demian, Herman Hesse.
  4. El cuarteto de Alejandría, Lawrence Durrell.
  5. El evangelio según Jesucristo, José Saramago.
  6. Pedro Páramo, Juan Rulfo.
  7. El hombre en busca de sentido, Viktor Frankl.
  8. La Biblia.
  9. Libertad bajo palabra, Octavio Paz.
  10. La divina comedia, Dante Aligheri.

¿Cuál es la suya?

17.2.09

Euterpe, la musa por excelencia

EL MUNDO DE EUTERPE
La música es un elemento imprescindible en la vida del hombre. En la naturaleza observamos el inicio de esta inquietud. Platón imaginó al cosmos como un animal vivo cuyas partes subsisten todas en armonía. Desde esta perspectiva, el universo es un gran pentagrama donde todas las notas confluyen perfectamente. Y lo corroboramos a diario. El trino de un canario, el crepitar del fuego, el rugido de una cascada que cae sobre las piedras y estalla, el cascabel de la serpiente que amenaza o, incluso, el silencio del desierto son manifestaciones de Euterpe (la musa de la música).

Vivimos rodeados de sonidos agradables, de música natural. Si ponemos atención, encontraremos las siete notas musicales en el canto de una ballena, la erupción de un volcán o el soplo del viento entre las hojas. La naturaleza siempre da la pauta para hacer música. Ella es el director que, con su infinita batuta, guía al músico que la imita.

Si la naturaleza crea distintos sonidos según las diferentes circunstancias, es fácil deducir que habrá tantos géneros de música como sean posibles para la imaginación y el sentimiento. El itinerario va desde la clásica hasta la samba y no se detiene allí, supera todos los límites.

Un placer que, considero, nadie debe dejar de experimentar es sentarse en un lugar cómodo para escuchar, disfrutar y hacerse uno con la música. Sin embargo, poder vibrar con cada nota de una melodía requiere de cierta formación. La octava sinfonía de Mahler —De los mil—, la tan famosa quinta de Beethoven o cualquier canción de The Beatles se disfrutan más cuando se puede distinguir un violín de una viola o una flauta del trombón, el bajo de la batería o una guitarra de otra. Aunque es hermoso escuchar estos instrumentos en su conjunto, oírlos por separado también lo es.

La música es, finalmente, un placer intelectual y como tal debe vivirse. Para no quedarnos en la periferia de una obra tan bella como las citadas es necesario tener un tutor que nos enseñe a apreciar este bello arte.

Aaron Copland dice en ¿Cómo escuchar música? que «todos escuchamos la música según nuestras personales condiciones. Asimismo —afirma—, hay tres planos distintos en los cuales nosotros escuchamos la música: el sensual, el expresivo y el puramente musical».

Todos hemos experimentado el primero de ellos; es el primordial, el que se hace sólo por placer. El segundo también es perceptible a simple oída. Pero el tercero es el que requiere de cierta educación. En él debemos escuchar las melodías, los ritmos, la armonía y el timbre de lo que nuestro oído capta. Este último plano es el denominado «puramente musical». En él no sólo somos simples oyentes, sino que nos enteramos de que escuchamos algo. Por desgracia, la gran mayoría jamás lo experimenta.

EUTERPE EN LA HISTORIA DEL LENGUAJE
Todas las musas griegas —Clío (historia), Euterpe (música), Talía (comedia), Melpómene (tragedia), Terpsícore (danza), Erato (elegía), Polimnia (poesía lírica), Urania (astronomía) y Calíope (elocuencia)— eran música, la expresión de un pueblo apasionado: el griego. Un pueblo que nos heredó la cultura, la filosofía, la política y el lenguaje [1]. Así las cosas, música viene del griego musiké. Pero el vocablo no se reducía sólo a Euterpe ni al arte de crear sonidos, sino que englobaba todas las artes, todas las musas; era el arte en general. [2]

El arte es un tanto más complejo. Identificarlo, muchas veces, con la época que representa dificulta su estudio. Lo que los griegos entendían por arte corresponde más con algunos otros términos. La palabra «artesanía», según su uso vigente, comprende sólo una parte del concepto de arte usado entre los ciudadanos de la antigua Grecia. Quizá equivalga más ese término a nuestra noción de «técnica», que a su vez deriva del griego techné.

El ámbito que tenía el concepto griego de arte era más extenso que el que actualmente empleamos. Para el hombre moderno —o posmoderno, ya no sé cuál somos— concierne a las bellas artes. Para los griegos, la esencia del trabajo realizado por un escultor y un carpintero, un pintor y un tejedor, era la misma: arte. No había diferencia en la trama de todas estas profesiones, es decir, una producción realizada con destreza. De haberse heredado esta voz en su sentido literal, es decir, como técnica, tendríamos a los estadounidenses como los máximos creadores, los artistas par excellence, como lo comprobamos en sus certámenes. Para su desgracia, la mayoría de los «vecinos del norte» siguen siendo obreros de la mercadotecnia y no artistas.

EUTERPE VA A LA ESCUELA
Una vez establecidas las diferencias que a lo largo de la historia se han dado entre ambos vocablos, continuemos con el deseo platónico de implantar la música en los centros educativos.
Platón propone como principales modelos de educación la gimnasia y la música. La primera dará vigor al cuerpo; la segunda, al alma. Por lo que todos los ciudadanos deben ser instruidos en ambas disciplinas.

La música engalanará el alma y permitirá el ejercicio de las virtudes. Suavizará el ánima en los arranques de ira y odio para evitar catástrofes. Cualquiera que posea educación musical podrá llevar a cabo la frase délfica: «Conócete a ti mismo».

Como ya dije, no hay tal educación en nuestros días. Quiero decir —no se vayan a ofender conmigo los profesores de música— que no hay una estricta educación musical en las aulas de las escuelas primarias ni en las secundarias ni en las preparatorias; carecemos de musicólogos en las instituciones educativas.

El infante no sólo está perdiendo la posibilidad de disfrutar en toda su extensión la música, sino que además hay otras implicaciones: el aprendizaje en general. Aprender a tocar la flauta o cantar en el coro del colegio no es suficiente para nuestro cometido, aunque puede ser un primer paso que nos ayude a ubicarnos en el pentagrama o a ser entonados. Algunos pocos terminan estudiando música en un conservatorio. Con esta excepción, el propósito de Platón no se cumple: enseñar música para que los niños vayan adquiriendo conocimientos espirituales y morales.

Hay otra razón para inclinarse hacia una enseñanza musical y cuya veracidad ha sido comprobada. La música ayuda a los niños a comprender las matemáticas y otras materias, mientras los aleja de ciertos vicios. Es decir, si existe educación musical, el niño aprovechará mejor su formación estudiantil. Pero con la flauta Yamaha no se incrementa la capacidad para las matemáticas ni la memorización de conceptos, lo cual sólo es asequible en el supuesto de seguir los consejos del buen Platón con el moderno concepto de música.

Pero si retomamos el concepto griego de música tendríamos una educación sobre el arte. Una decisión así implicaría muchísima más dedicación a todas las artes (sin ir más allá, sólo con las siete conocidas) y podrían dejarse de atender otras materias también importantes en la formación del niño.

Si te inclinaste por las Humanidades en el bachillerato es probable que te hayan enseñado un poco sobre historia del arte. Si eres uno de estos afortunados, tendrás algunas nociones de lo que es un retablo, una catedral gótica, la nave principal, una columna dórica, un rosetón, un pináculo, un Da Vinci y un Botticceli. Asimismo, sabrás distinguir un cuadro impresionista de otro surrealista . Sin embargo, de ahí a que te enseñen técnicas de pintura, emplomados, mosaicos o cómo hacer una poesía, la distancia es inconcebible. Aunque atractiva, esta solución no luce tan factible como la pura enseñanza musical.

LA MEJOR ELECCIÓN
Una vez puestas las cartas sobre la mesa, parecería mejor para el alma la opción de enseñar arte, es decir, la que Platón propuso en sus Diálogos. Las ventajas serían: una cultura más redonda y amplia —profunda y real—, alumnos mejor informados, futuros profesionistas con una visión más alegre del mundo y, probablemente, la construcción de ciudades más bellas, como sucediera en el Renacimiento.

No exijamos tanto. La música por sí misma es maravillosa. Su establecimiento como materia obligatoria haría del alumno promedio un buen —o muy buen— estudiante. Los conocimientos de solfeo, ejecución y apreciación, entre otros, incrementarían su capacidad para aprender y llevar a cabo sus tareas de matemáticas sin que éstas sean un fastidio, sino más bien, un deseo, un gusto, un placer.

La música es, sin duda, en uno u otro sentido, un bien para el ser humano que se manifestará en la sana mentalidad de las sociedades. Sabemos que una sociedad sana es la que puede pensar correctamente, que puede resolver sus problemas con menos dificultades. Esta sociedad debe comenzar por ilustrar a los individuos en el arte musical antes que nada.

Lo que sí queda de manifiesto es que la música acompaña la vida de todo mortal. Al escucharla con todos sus elementos, un individuo educado encontrará en una pieza musical un placer infinito, como infinitos eran los ángulos desde los que Borges podía ver los objetos a través del Aleph. El poder de la música queda desenmascarado. No sólo es un placer intelectual o un estudio estético, sino educadora de hombres gracias al grado de abstracción que se requiere para aprender este oficio; pero no nada más para aprenderlo, también para gozarlo.

Un buen músico tiene que imaginar, pensar, sentir lo que quiere transmitir y dibujar instrumentos en el aire antes de ejecutarlos. La música no puede ser ignorada; no debe ser ignorada. Platón —tal vez a sabiendas de sus positivos efectos— le otorgó gran importancia dentro de la pedagogía del ser humano.

Crear música y escucharla son dos placeres que no se quedan al margen de un gusto sino que permiten, además, acceder hacia una contemplación más sincera de la realidad, donde el hombre se sumerge como en una espiral ascendente, en cuya cúspide se halla lo que más anhelamos: la felicidad.

[1] El castellano que todos los hispanoparlantes hablamos tiene como principales raíces etimológicas el griego, el latín y el árabe. Los mexicanos también podemos orgullosamente incluir el náhuatl.
[2] Aunque la mayoría identifica la palabra música (music, musik, musique) con un piano, guitarra o cualquier producción de notas musicales, cuando leemos a Platón en castellano, «música» puede significar tanto la creación de sonidos como distintas disciplinas artísticas.
[Publicado en ISTMO 266, mayo-junio, 2003]

16.2.09

La publicidad inflitrada

Ayer contraté Cablevisión On Demand (COD). Lo hice porque en ocasiones no puedo ver lo que me gusta por estar trabajando o en actividades propias de la paternidad. Una vez activado pude notar que hay programas que se pueden rentar gratuitamente y algunos otros con cargos extra que van desde $14.99 pesos hasta $299. Estuve un rato navengando por el menú On Demand y renté un par de programas interesantes que eran gratuitos. Uno es el documental sobre Auschwitz que produjo la BBC; el otro, producido por la misma empresa, un documental sobre Ciencia y fe. Además del excelente contenido de estos programas, noté con alegría la ausencia de comerciales. De manera que pensé que esto de COD es una forma alternativa de disfrutar los programas sin la molesta publicidad.

Otra de las rentas que hice ayer fue Iron Man. Ni mi mujer ni yo la habíamos visto y pensamos, pues vamos a rentarla. Esta sí tenía un costo ($39 pesos). (Las películas que no tenían costo eran las dobladas...claro, ¿quién quiere ver una película doblada? Me repugna que doblen las películas...le quitan la mitad del sabor.) Comenzamos a verla y ambos notamos lo salpicada que estaba la película de publicidad. Estas son las marcas que vimos anunciadas: Rolling Stone, Vanity Fair, Audi, Burger King, Dell, Ceasar's Palace, Bulgary, LG, Verizon. Es probable que haya habido marcas que no alcanzamos a registrar. ¿Cuánto pagará cada una de estas empresas por aparecer en una película como esta? No debe ser nada barato; millones de personas verán la película (doblada o subtitulada, como yo prefiero).

Parafraseando No Logo, de Naomi Klein, la publicidad ha violado nuestra intimidad, nuestro derecho a salir a la calle y disfrutar de las propias reflexiones. Hoy, a donde volteemos --incluida la escuela, un lugar cuasi-sagrado-- vemos marcas. Nike, Coca-cola, Gatorade, Starbucks, Palacio de Hierro, HSBC, Bancomer, Banamex y la lista continúa, casi al infinito. Estos distractores minan cada vez más la capacidad de reflexión. Yo me he descubierto pensando en algo y distraerme gracias a algún ardid publicitario. Todo en aras de este nuevo hombre en el que nos hemos convertido --¿nos han convertido?--: Homo Consumus. Esta sociedad líquida, como la llama Zygmunt Baumann, diluye hasta nuestros pensamientos.

13.2.09

¿Amar o enamorarse?

Hace un momento salí de mi clase, vine a mi oficina, prendí mi máquina y salí a desayunar las quesadillas de los viernes. En el camino me topé con al menos ocho globeros con centenares de globos referentes al Día del amor y la amistad. Es natural, estoy en una universidad y allí hay muchas novias y novios y amigas y amigos y parejas y esposos y pretextos para regalar un globo o una flor --porque también había una señora con cubetas llenas de rosas y tulipanes. Entonces me di cuenta que hoy pude haber enfocado la clase hacia el tema del amor y la amistad como valores del ser humano.

En otra ocasión abordo el tema de la amistad --el Lisis de Platón será un buen inicio--. Lo que hoy trataré será el amor. ¿Qué es el amor? Ante todo es una decisión. Amar es escoger a otro ser humano como pareja a pesar de sus vicios y virtudes. E incluyo las virtudes en este "a pesar" porque en ocasiones las virtudes de otra persona pueden ser estorbos en el modo de ser del otro. Por ejemplo, cuando alguien es muy detallista --fijarse en los detalles-- suele ser una persona difícil con la que estar porque estará señalando el mínimo desajuste.

Por otro lado, está el enamoramiento, que es distinto al amor, aunque se encuentran en algún momento. Enamorarse es, ante todo, recibir una descarga química que enloquece y genera un estado de bienestar individual. Es la pasión en su máxima expresión. Se convierte, incluso, en una droga: puede ser totalmente adictivo la sensación de enamoramiento. Hay gente que busca esto constantemente, porque enamorarse es sólo un estado físico detonado por una combinación de sustancias que, en ese momento, inundan nuestro organismo. Pero al igual que sucede con una deliciosa comida, el placer de la misma se reduce al tiempo que duran las reacciones. En el instante que dejen de correr esas feromonas y dopaminas y demás químicos que me hacen sentir "maripositas" en el estómago, dejaré de estar enamorado.

El amor es mucho más profundo. Es una elección consciente por compartir con otro ser la vida. Enamorarse es la repuesta a un impulso animal que en nada se distingue del perro que se vuelve "loco" cuando olfatea una hembra en celo. Este estado primitivo que constantemente confundimos con amor sirve para establecer una auténtica relación humana. Amar es buscar crearle al otro esas "maripositas" de manera consciente, es querer conquistar al ser amado aunque el periodo de enamoramiento --generalmente de dos años, en ocasiones menos-- haya caducado.

Pero el enamoramiento es prescindible. Hoy cuesta más trabajo entender esto pues la mayor parte de la motivación del ser humano está depositada en el cuerpo y sus pasiones. No obstante, el amor entre los seres humanos se da incluso sin este cosquilleo previo. Y aquí no me estoy refiriendo al amor entre padres e hijos, el cual es excepcional y tiene otras características. No, aquí referencio estrictamente el amor de pareja. Casi puedo asegurar que el enamoramiento como preámbulo para el amor es una invención del Romanticismo. Es bonito, es lindo, se siente bien estar enamorado, sentir ese estado eufórico y de embriaguez por otra persona, ese deseo carnal por estar todo el tiempo junto al otro. Sí, es verdad, es deseable. No por ello, indispensable.

Hoy, sin embargo, la confusión reina en estos terrenos. El amor se confunde con sexo, aventuras, experiencias y la satisfacción personal de nuestras necesidades físicas. Entonces me pregunto, ¿dónde está el ser humano?

12.2.09

Hold your horses o una revisión del Fedro de Platón

Una expresión popular en inglés para decirle a alguien que se vaya con calma, despacio, no se apresure es Hold your horses. El otro día mientras impartía mi clase de Antropología caí en la cuenta de cuál puede ser el origen de la misma.

Entre los griegos y los pueblos guerreros de la antigüedad podemos observar sus carros bélicos: algo muy parecido a las carrozas medievales, una cabina descubierta donde va sentado --o de pie-- el auriga controlando a los caballos que jalan todo el carruaje. Generalmente eran dos equinos.

En su diálogo Fedro, Platón expone el Mito del Carro alado. En él trata de explicar cómo sucede la encarnación del alma. El filósofo griego afirma que el alma es como un carruaje tirado por dos caballos. El auriga es la razón, uno de los caballos es blanco y representa la voluntad; el otro es negro, las pasiones. La razón habrá de dominar las pasiones ayudándose de la voluntad, es decir, el auriga se encargará de jalar las riendas de los caballos para que estos le obedezcan. Como el caballo negro, las pasiones, tiende a ser rebelde, el auriga busca ayuda en el blanco, la voluntad, por dócil. Al lograr que el caballo blanco camine en la dirección indicada, al negro no le quedará opción sino obedecer. Cuando no se actúa así, el alma pierde sus alas y se encarna.

Hold your horses es una expresión acertada para recordarnos lo importante del uso de la razón sobre nosotros mismos. Como seres racionales que somos, debemos actuar de acuerdo con nuestra naturaleza. La libertad es parte de ella, pero sólo lo será tal en la medida que nuestra razón esté de por medio. Una libertad irracional es una libertad animal, que en el fondo, es una negación de la propia libertad. Por ejemplo, cuando decimos que nos vamos de fiesta y nos vamos a emborrachar estamos haciendo, efectivamente, uso de nuestra libertad. Sin embargo, en el mismo instante de la decisión estamos cediendo aquello que los posmodernos más decimos querer: nuestra libertad. Porque al momento de estar alcoholizado dejo de tener dominio sobre mí, dependo de otros para llegar --no se diga a la propia casa-- al excusado para vomitar. Incluso llegamos a perder la consciencia. ¿Dónde quedó nuestra libertad en tal situación? No hubo, pues al instante que decidí que bebería con la única intención de emborracharme, le cedí todo el control de mi ser a mi cuerpo.

En la sociedad posmoderna que habitamos el culto al cuerpo y esta libertad malentendida es determinante. Pero cederle el poder al caballo negro no será sino hacer lo contrario que realmente quiero hacer, que es ser libre. El caballo negro irá a saciar su sed, aunque en realidad lo que quiera yo es saciar la propia, y lo hará porque no supe comandarlo para que hiciera lo que yo realmente quiero.

Ser libre es autodeterminarse, es llegar a ser quien uno tiene que ser: animal racional. Ser libre es equilibrar esos tres elementos: razón, voluntad y pasiones. Ser sólo racional es propio de dioses; ser sólo pasiones es la naturaleza de los animales. El hombre, sin embargo, gracias a la voluntad puede establecer un equilibrio entre ambos. Pero para utilizar esta voluntad es necesario primero convertirnos en aurigas capaces de controlar nuestra propia vida. Mind over body, always.

11.2.09

El futuro de la lectura...y de los libros

Leyendo el New York Review of Books me topé con un artículo de Robert Darnton titulado "Google and the Future of Books" que recomiendo ampliamente. A continuación, una par de párrafos que me parecen interesantes.

The eighteenth century imagined the Republic of Letters as a realm with no police, no boundaries, and no inequalities other than those determined by talent. Anyone could join it by exercising the two main attributes of citizenship, writing and reading. Writers formulated ideas, and readers judged them. Thanks to the power of the printed word, the judgments spread in widening circles, and the strongest arguments won.

The word also spread by written letters, for the eighteenth century was a great era of epistolary exchange. Read through the correspondence of Voltaire, Rousseau, Franklin, and Jefferson—each filling about fifty volumes—and you can watch the Republic of Letters in operation. All four writers debated all the issues of their day in a steady stream of letters, which crisscrossed Europe and America in a transatlantic information network. (...)
When businesses like Google look at libraries, they do not merely see temples of learning. They see potential assets or what they call "content," ready to be mined. Built up over centuries at an enormous expenditure of money and labor, library collections can be digitized en masse at relatively little cost—millions of dollars, certainly, but little compared to the investment that went into them.

Libraries exist to promote a public good: "the encouragement of learning," learning "Free To All." Businesses exist in order to make money for their shareholders—and a good thing, too, for the public good depends on a profitable economy. Yet if we permit the commercialization of the content of our libraries, there is no getting around a fundamental contradiction. To digitize collections and sell the product in ways that fail to guarantee wide access would be to repeat the mistake that was made when publishers exploited the market for scholarly journals, but on a much greater scale, for it would turn the Internet into an instrument for privatizing knowledge that belongs in the public sphere. No invisible hand would intervene to correct the imbalance between the private and the public welfare. (...)

10.2.09

Rolling Stone - Las 50 mejores canciones del metal

Como siempre pasa cuando uno quiere hacer una lista como la que promete la Rolling Stone de este mes ("Las 50 mejores canciones del Metal") termina por haber desacuerdos. Ante todo hay que analizar cuáles fueron los criterios para escoger estas canciones, es decir, en qué estaban pensando Bnejamín Salcedo y Juan Carlos Villanueva cuando se sentaron a escribir esta ambiciosa lista.

El primer error tal vez sea mío. Cuando escucho la palabra Metal, o yo mismo platico sobre el Metal, me refiero al Thrash Metal, Death Metal, Power Metal y todos los demás géneros que le siguen. En mi concepción del Metal excluyo el Heavy Metal, el Hair Metal y todo "metal" cuyas pretensiones eran exhibicionistas y no musicales.

Supongamos, por otro lado, que el criterio para elegir a los grupos y sus canciones fueron todo aquello que cayera bajo el adejetivo de "Metal", como los géneros antes descritos. Me cuesta trabajo asimilarlo, pero concedamos. Al repasar la lista me encuentro con grupos como Led Zeppelin, que aunque enormes y poderosas influencias del resto de los grupos metaleros, no forman parte de la categoría del "Metal". Es un grupo de rock inglés, una legendaria banda, una de las mejores y de mis favoritas, pero no es metal. También aparecen otros que me molestaron demasiado, es decir, por el legado de Zeppelin y el excelente grupo que fueron puedo aceptar que estén en esta lista como una de las influencias más importantes, pero ¿Queensrÿche? ¿Scorpions? ¿Bandas de metal? Por favor.

Otro criterio que noto es que en realidad no escogieron las mejores rolas del Metal, sino las mejores rolas de ciertos grupos del Metal. La búsqueda no fue estrictamente por rolas, sino que cuidaron no repetir bandas, cuando hay más de una que por la calidad de su música podría estar dos o hasta tres veces.

Reviso ahora la lista, que ellos pusieron alfabéticamente (supongo para no herir más susceptibilidades):
  1. AC/DC, "Let there be Rock". En primer lugar, AC/DC es Rock, no Metal. En segundo lugar "Hells Bells" es una mejor canción para rockear.
  2. Accept, "Balls to the Wall". Sin comentarios.
  3. Aerosmith, "Toys in the Attic". Sin comentarios.
  4. Ángeles del Infierno, "Maldito sea tu nombre". Nunca me gustó esta banda.
  5. Anthrax, "Caught in a Mosh". De acuerdo.
  6. Black Sabbath, "Paranoid". Concedo.
  7. Carcass, "Heartwork". Absolutamente de acuerdo.
  8. Children of Bodom, "Bodom After Midnight". Nunca los he escuchado.
  9. Death Angel, "Seemingly Endless Time". Hay mejores bandas.
  10. Deep Purple, "Highway Star". De acuerdo.
  11. Diamond Head, "Am I Evil?". Metallica le hizo un cover en su primer álbum. Buena rola.
  12. Dio, "Rainbow in the Dark". ¿Realmente este es un grupo que vale la pena para esta lista?
  13. Dream Theater, "Pull me Under". Definitivamente con esta rola Dream Theater se dio a conocer como la banda más importante de Metal Progresivo, pero la mejor rola de ellos es, sin luga a dudas, "Metropolis p. 1".
  14. Exodus, "Toxic Waltz". Bien.
  15. Guns N' Roses, "Welcome to the Jungle". Aunque me gusta Guns, nunca hubiera imaginado encontrármelos en una lista así. La rola que escogieron compite, para mí, con "You could be Mine".
  16. Helloween, "Future World". "Judas" es mejor.
  17. Iron Maiden, "Hallowed be thy Name". "Run to the Hills" es mucho más metalera, headbanging y slamera.
  18. Judas Priest, "Painkiller". Bien.
  19. Kiss, "Detroit Rock City". En mi lista no estaría Kiss.
  20. KoRn, "Got the Life". ¿Cómo es posible que le cedieran un lugar a esta bana NuMetalera y no a otras realmente íconos de la escena? Esto sí es patético.
  21. Kreator, "People of the Lie". De acuerdo, aunque sigo pensando cuál estaría mejor, la que escogieron o "When the Sun burns Red". Incluso "Comma of Souls".
  22. Lamb of God, "Laid to Rest". No los conozco.
  23. Led Zeppelin, "Whole Lotta Love". Muy buena rola, aunque para esta lista me gusta más "Kashmir".
  24. Lizzy Borden, "Psychodrama". Desconocido.
  25. Luzbel, "Por piedad". Jamás hubiera puesto algo de Luzbel, hay mejores bandas mexicanas. Makina, por ejemplo. Arkhe, a la altura de lo mejor del metal mundial.
  26. Mastodom, "Crystal Skull". Bien.
  27. Megadeth, "Hangar 18". ¡Vamos!, "Holly Wars" es la mejor rola que Mustaine compuso. A los de RS les sugiero tener cuidado con lo magistral del rasgueo de las enfurecidas liras de Megadeth.
  28. Metallica, "Master of Puppets". Completa y absolutamente de acuerdo. La mejor rola jamás escrita en el Metal. Sólo un detalle del resumen que se hace en la revista: la palabra esencia no lleva SC. Aquí también pudo entrar "Battery", "One" y "Blackened".
  29. Mötley Crüe, "Shout at the Devil". Bien, aunque nunca hubiera juntado a Mötley con Metallica, cuando inicialmente Metallica surgió como una protesta contra el Hair Metal de esta banda. Claro, después el destino los llevaría a compartir productor...
  30. Motörhead, "Ace of Spades". Excelente rola.
  31. Opeth, "Godhead's Lament". No soy muy fan del Dark Metal.
  32. Overkill, "Elimination". Me cuesta trabajo decidir si esta o "Coma".
  33. Ozzy Osbourne, "Crazy Train". Bien.
  34. Pantera, "Cowboys from Hell". Sin lugar a dudas.
  35. Prong, "For Dear Life". Recuerdo haber escuchado esta banda en los noventa, pero nunca me emocionó demasiado.
  36. Queensrÿche, "Queen of the Reich". Crap.
  37. Rainbow, "Stargazer". Nunca había escuchado de ellos.
  38. Riot, "Black Leather and Gliterring Steel". No me convence.
  39. Sacred Reich, "American Way". Excelente banda, aunque mucho mejor "Surfing Nicaragua" o "Independent".
  40. Saxon, "Princess of the Night". Nunca me atrapó esta banda.
  41. Scorpions, "Blackout". Sin comentarios...
  42. Sepultura, "Dead Embryonic Cells". Muy buena selección. "Arise" también podría formar parte de esta lista si los autores no hubieran decidio hacerlo por grupos, sino realmente por rolas.
  43. Skid Row, "Slave to the Grind". A pesar de lo que podría parecer, concuerdo con esta rola en esta lista.
  44. Slayer, "Angel of Death". Muy bien, aunque mejor "Raining Blood", "South of Heaven" o "War Ensamble".
  45. System of a Down, "Chop Suey!". Lo único rescatable del Metal del nuevo siglo.
  46. Testament, "Practice what you Preach". Bien, la época de Testament con James Murphy fue la mejor.
  47. UFO, "Rock Bottom". Desconocido.
  48. Venom, "Black Metal". Nunca me llamó la atención.
  49. Voivod, "The Unknown Knows". Bien.
  50. WASP, "I wanna be somebody". WACK!

Tras repasar esta lista y encontrarme con bandas que no merecen estar aquí --casi como el Grammy a Jethro Tull en lugar de a Metallica por mejor grupo de Metal--, me pregunto dónde quedan algunas realmente buenas y clásicas entre los que sí somos seguidores del Metal. A continuación, algunas que faltaron: Atheist, Corrosion of Conformity, Cynic, Death, Machine Head, Pestilence, Soulfly.

9.2.09

Letras Libres (febrero 2009)

El número de este mes de la revista cultural mexicana Letras Libres es "espectacular". La sección de Convivio trata el tema de "La civilización del espectáculo". Mejor dicho, se manifiesta contra una sociedad "espectacularizada". El tema lo abre Mario Vargas Llosa con un artículo demoledor y brillante donde sienta la siguiene conclusión: el hombre de hoy, desde que nace, es educado para la diversión. Todo aquello que no quepa dentro de la circunferencia del entretenimiento es desechado y olvidado por "aburrido". Le sigue el texto de Rob Riemen que nos recuerda las palabras de Nietzsche sobre el acercamiento de una sociedad nihilista. Al mismo tiempo, junto con Vargas Llosa, hace un llamado a los intelectuales a hacer algo por denunciar el gran teatro en el que se ha convertido el mundo del siglo XXI. Posteriormente Claudio Magris y Alessandro Baricco intercambian ideas sobre la banalidad en la que estamos inmersos y la posibilidad de salir de ese vacío. Rafael Lemus desarrolla un ataque frontal contra el "público literario" quien está al acecho de la literatura light y dispuesto a dejar el libro en turno por un programa de televisión. ¿Dónde han quedado los grandes autores y los exigentes lectores?, se pregunta Lemus. Finalmente, Álvaro Delgado-Gal dedica su artículo a analizar la decrepitud del arte al convertirse en un objeto de colección sólo asequible para el que "tiene más" con qué pagar. Por supuesto, a costa del auténtico arte. La portada, de Alejandro Magallanes, es un retrato fiel y artístico de lo que acabo de compartir.

6.2.09

Febrero loco


Reza una frase así: "Febrero loco y marzo otro poco". En realidad no es que los meses se vuelvan locos, sino que estamos en pleno invierno. Si tomamos en cuenta que el solsticio de invierno es alrededor del 21 de diciembre y que el equinoxio de primavera se da alrededor del 21 de marzo, febrero queda justo a la mitad del invierno. Al menos en la parte norte del globo terráqueo es común que el frío esté pegando justo en este momento. Las bajas temperaturas sencillamente se deben al orden natural de las estaciones.

5.2.09

¿Se nace o se hace?

Existe un dilema alrededor de la pregunta sobre si una persona nace con talento o adquiere el talento. Por ejemplo, Mozart. ¿Nació con un don especial o desarrolló una habilidad extraordinaria? Si aceptamos la primera opción, entonces hemos de preguntarnos, ¿de dónde surgió ese don? Según nuestras clases de lógica, biología y filosofía, de la nada nada sale. De manera que el don no pudo surgir espontáneamente. De acuerdo con esto quedan aún dos posibilidades: que el don provenga de a) Dios o b) los genes. Asumiendo que es a), habría que preguntarnos por qué Dios dotó a Mozart de semejante don y no a Salieri, por ejemplo. (¿Será acaso porque uno de sus nombres era Teófilo, amigo de Dios?) Por otro lado, Mozart era hijo de Leopold Mozart, un músico promedio que servía al príncipe arzobispo de Salzburgo. Definitivamene la música corría por sus venas. Cabe, entonces, el argumento genético. Sin embargo, este puede fácilmente ser derrumbado al mencionar que ningún hijo de Amadeus Mozart heredó la musicalidad de su padre. Si fuera algo genético los hijos del compositor austriaco hubieran sido igual o más genios en la música. Pero no lo fueron. Sigue en pie la posibilidad del don divino. La frase "Los planes de Dios son desconocidos" es un lugar común, pero uno mortal qué va a saber de los planes de la divinidad.

Me separaré del argumento teológico y centraré la atención en la parte genética. La razón por la cual Mozart no heredó ese talento musical a sus hijos es porque en la transmisión de genes se heredan millones de características --físicas y psicológicas-- que provocarían una desviación natural de otras características. A lo mejor sus hijos estaban dotados de buen oído, pero nunca estuvieron interesados en la música, pues, además, la herencia genética se comparte. Tal vez Constanza tenía un conocimiento sobre música muy elemental y la información biológica que heredó es otra. En este momento, las posibilidades de transmisión de genes se hace, prácticamente, infinita.

Mozart fue el músico que llegó a ser gracias a una serie de factores accidentales que estuvieron presentes en ese momento. 1) Su padre era músico; 2) seguramente escuchó a su padre tocar varios instrumentos en casa cuando él era un infante; 3) tenía una auténtica admiración por su padre; 4) el piano, instrumento donde más destacó, lo tenía a su alcance, y 5) algún resfriado de bebé. Los primeros dos puntos se explican por sí mismos e incluso ya mencioné algunos detalles de ambos. El 3) también requiera cierta orientación, pero también me parece evidente: uno busca imitar a quien admira, a quien considera su líder. Los niños buscamos ser de grandes como aquellos que en nuestra infancia admirábamos. El punto 4) también podría intuirse, pero aclaro. Cuando uno tiene cierta curiosidad por algo y ese algo lo tiene disponible, resulta más fácil que experimente con ese algo. Si además ese algo está relacionado con el punto 3), la amalgama es natural. Si en cambio reprimes ese impulso, se creará un vacío emocional. Finalmente toco el punto que puede ser más desconcertante, el 5). Quienes somos padres --y muchos otros que no lo son también-- hemos pasado por los resfriados de los bebés. Cuando hay una pequeña infección que provoca mucosidad ocasionalmente se convierte en pus que sale por el oído. A esto se le conoce en la jerga médica como "se le reventó el tímpano". Hay inflamación en todo el aparato auditivo y es bastante molesto. Los niños que han atravesado por algo así resultan tener oídos muy sensibles: no soportan el ruido, el volumen alto y todo lo que sea estridente.

Mi teoría es que Mozart llegó a ser ese gran compositor porque esas cinco variables se fusionaron, accidentalmente, en determinados momentos de su existencia. Seguramente traía toda la predisposición para convertirse ese exquisito músico, pero si el resto de las variables no hubieran estado, el mundo jamás habría conocido "Júpiter" o "Rondó a la Turca".

Recuerdo una película, Los niños del Brasil, donde se juega con una teoría genética. Para evitar que Hitler dejara de existir se hicieron varios clones de él, para que una vez muerto, hubiera un heredero. Se busca que estos clones vivan las mismas experiencias que el original para que cuando llegue el momento pueda asumir el poder y continuar la misión del Tercer Reich. Sin embargo, esto es prácticamente imposible.

3.2.09

Super Bowl XLIII Facts


Some numbers...
  • El costo de 30 segundos publicitarios en televisión durante el partido costaban 3 millones de dólares.
  • Entre los dos equipos anotaron 50 puntos (27 Pittsburgh-23 Arizona).
  • El rating fue de 42.1/65.
  • Alrededor de cien millones de televidentes vimos el SB.
  • Kurt Warner lanzó para 377 yardas, con lo cual se convierte en el mariscal de campo que posee los primeros tres lugares por número de yardas por partido: 414 (2000), 377 (2009) y 365 (2002).
  • 35 segundos quedaron en el reloj de juego cuando los Acereros anotaron la última anotación. Exactamente los mismos segundos que quedaron cuando en el SB XLII los Gigantes anotaron su Touchdown.
  • Cien yardas fue el regreso de anotación tras una intercepción, lo cual significa un nuevo récord en SB como la jugada más larga.
  • 70,774 personas entraron con boleto pagado.
  • Los boletos se vendieron entre los 500 y 5 mil dólares.

Fue un excelente partido. Lo disfruté muchísimo. Luego la crónica y el análisis.