31.5.07

5a Sinfonía de Beethoven - Herbert von Karajan



Una de mis piezas favoritas. Dirigida por el maestro Karajan e interpretada por la Filarmónica de Berlín. ¡Cuánta pasión pueden desatar unos cuantos acordes! A propósito del infinito, un compositor romántico. A gozar.

Nota: También es una opción aceptable escuchar esta parte de la 5a Sinfonía, Allegro con brio, al mismo tiempo que se lee el texto de Dialéctica de la interioridad previamente escrito.

Dialéctica de la interioridad

Uno de mis pasajes preferidos de la Fenomenología del Espíritu de Hegel es la Dialéctica del Amo y del Esclavo. En ella, el alemán, -cuya fecha de nacimiento coincide con la mía- desarrolla el tema del ser consciente, de la autoconsciencia. Leerlo es una delicia. Hago un breve resumen pero de verdad vale la pena echarle un ojo al texto original.

A lo largo de todo el libro el tema de la consciencia es el eje sobre el cual se desarrolla el resto de la filosofía que culminará en el Espíritu Absoluto. Obviamente, es un ejercicio dialéctico regocijante. Un primer momento llega por medio de la aproximación de la Certeza Sensible. Allí será donde Hegel dilucidará la llegada de la consciencia como consecuencia de la otredad. Veamos entonces el desarrollo dialéctico de la consciencia en este primer periodo. El amo es tal porque el esclavo lo reconoce como tal y el esclavo lo es porque así lo determinó el amo. El tema, como es posible notar, es el reconocimiento, el cual es tan importante como cualquier relación objetiva en la sociedad.

Tesis: El esclavo reconoce al amo como un ser consciente. El amo, entonces, necesita del esclavo para serlo. Al hacerlo, no necesariamente reconoce al esclavo como otro igual, como un ser consciente. De hecho, sólo lo percibe como un objeto útil, carente de consciencia.

Antítesis: El amo deja de ser reconocido por el esclavo como tal al percibir el esclavo al amo como un igual. Una consciencia se enfrenta a la otra. El amo ya no es amo porque el esclavo ha dejado de percibir al amo como tal. Sin embargo, el amo, por la utilidad del esclavo, sigue reconociendo al esclavo como esclavo, si bien no aún como consciencia.

Síntesis: El esclavo supera la consciencia del amo y se convierte ahora, él, en el ser reconocido. El amo, al haber dependido del reconocimiento del esclavo, se convierte en esclavo él mismo otorgándole al esclavo el reconocimiento de una consciencia distinta a la propia. El esclavo ha superado al amo pues ha logrado no sólo ser consciente de sí mismo, sino del otro y con ello haber adquirido autoconsciencia. El amo, en cambio, no logró adquirirla pues sólo se reconocía a sí mismo como consciencia, viéndose superado por la consciencia del esclavo.

Este ejercicio dialéctico es posible aplicarlo en casi todo: desde relaciones comerciales, familiares, laborales, de pareja y hasta donde la imaginación llegue.Los seres humanos actualmente vivimos una crisis de interioridad. Hay un vacío que no es necesario que nos recuerden está allí, pues a diario se manifiesta de alguna manera. ¿Cómo fue que el ser humano se ha perdido a sí mismo? ¿En dónde nos hemos perdido?

Me remontaré a la Revolución Industrial y el auge de la producción en serie. Es por demás conocido el debate que enfrenta al hombre contra la máquina. En realidad, el problema no es la máquina en sí, sino lo que los hombres hemos hecho de las máquinas o, mejor dicho, lo que hemos permitido que las máquinas hoy en día sean. Desde finales del siglo XVIII hasta el gateo del siglo XXI la invención ha consumido a su inventor. El hombre ha permitido que su pensamiento gire en torno al dominio de la técnica, techné, olvidando cada vez más el propio ser, la areté. La sabiduría es hoy una reminiscencia del pensamiento ilustrado.

Curiosamente, la racionalización de una sociedad industrial ha irracionalizado al individuo. Con ello se ha logrado que nuestro fin último, la felicidad de acuerdo con Aristóteles, se piense está en la acumulación de bienes materiales. Pero como estaba advertido desde los griegos, la felicidad no puede ser un bien pasajero porque entonces se vuelve a sentir esa vacuidad dentro de uno.

La sabiduría que nos llevó a crear máquinas que nos permitieran el trabajo sin tanto esfuerzo ahora es un pensamiento técnico. El hombre que creó la máquina piensa como la máquina, delegando su interioridad a un artefacto cuyo mayor defecto es su incapacidad natural, de origen, para reconocer al otro.

Como el amo, los hombres poco a poco nos vamos quedando con fragmentos de nuestra interioridad, la cual se hace cada vez más frágil. Al pretender reconocer algo que en sí mismo es incapaz de reconocerme, en lugar de haberlo hecho con un ser cuya naturaleza implica ser consciente de la consciencia del otro, estamos alejándonos cada vez más de la autoconsciencia.

Hemos exteriorizado lo que somos sin haber logrado alimentarnos más. De allí que surja la necesidad de buscar satisfacciones momentáneas para llenar ese espacio que ha quedado vacío. Por supuesto, esta es una condición ideal -y probablemente ideada- por el capitalismo para el consumo masivo.

Por definición, el ser humano masificado es irracional. Al perder la capacidad de reconocer y ser reconocidos por otros, cedemos terreno al mundo de la indeterminación. Allí, somos productos de la corriente social, política o económica que impera. El individuo que destaca sólo es aquel que se inserta en el sistema para mejorarlo. El verdadero libre pensamiento escasea. Hasta la rebeldía está prevista que así suceda. Es necesaria para mantener el dinamismo del sistema.

Hace falta mantener el movimiento consciente de la libertad del ser. La crisis de interioridad que comenzamos a experimentar cada vez con mayor frecuencia es antitético. Hoy, nuestra interioridad está afuera, porque así lo hemos decidido. Lo está, porque pensamos en la libertad como indeterminación, cuando en realidad deberíamos hacerlo como autodeterminación. Sólo así romperíamos las cadenas que nos atan a nuestro propio egoísmo.

30.5.07

Infinito 2.0

"Ésta es la consecuencia de la autonomía; la rotunda afirmación kantiana de que la realización del orden justo, la superación de las contradicciones radica en lo infinito, en el intelecto, es una afirmación que está al servicio de la trasnformación de lo finito".

Max Horkheimer, Sociedad, razón y libertad, Trotta, pág. 24.

Hoy, mientras venía para el trabajo en el metro, leía este libro y cuando mis ojos se posaron sobre estas líneas quedé pasmado. Esta afirmación de Horkheimer es motivo de reflexión. ¿Qué piensan ustedes?

29.5.07

Para volar, una patineta

Sobre la Muralla China.




World Record. Aquí, además, disfruten la rola. Es una belleza.

Ambos videos son de Danny Way y véanlo volar. Tenía que compartir con alguien esta emoción.

28.5.07

A long time ago, in a galaxy far, far away...

El viernes se cumplieron 30 años de que la primera cinta de Star Wars -Episodio IV- se estrenara en las salas de Estados Unidos. Desde el principio fue un éxito y se posicionó como parte fundamental de la cultura pop. Estaba yo por cumplir un año cuando A New Hope se llevó los aplausos y total aprobación de un público harto de ver el mismo cine de ciencia ficción que desde los años 60 -y antes- se venía haciendo. Nos guste o no, George Lucas logró que una inquietud suya enamorara a millares de seres humanos bajo la misma idea: "May the Force be with You". La parafernalia no se hizo esperar y comenzaron a aparecer todo tipo de objetos que aludían a la cinta, uno de los cuales fueron las action figures que hasta entonces no eran objeto de ganancias económicas. Lucas obtuvo todos los derechos sobre ellos y la recaudación que logró con los "muñequitos" fue enorme. Ni qué decir de lo obtenido en las salas de cine. Esta gran noticia le permitió hacer algo que él mismo pensaba imposible: escribir y dirigir dos secuelas más de La Guerra de las Galaxias. Tras ver la primer entrega la gente se quedó con la inquietud de qué sucedería con Darth Vader y Luke Skywalker ahora que Obi Wan Kenobi había muerto. ¿El Imperio triunfaría o lograrían los Rebeldes recuperar el control de la galaxia? En 1980 el mundo pudo disfrutar de El imperio contraataca donde el drama y la emoción llegaron a un límite que los fans nunca imaginaron con una de las frases más famosas en la historia del cine pop: "Luke, I am your Father". En 1983 llegaría a las salas de cine El regreso del Jedi y fue allí cuando yo supe que existía Star Wars.

Recuerdo que mis papás me llevaron al cine y quedé impresionado. Tenía seis años, los suficientes para gozar y adentrarme en esta otra galaxia que George nos ofrecía. (Un dato a mencionar de esta trilogía que se convirtió en hexalogía y que incluso fue pensada como nonalogía es que la Tierra es otro tema y no hay alienígenas que la quieran destruir.) A los pocos días tenía la versión pirata en beta de la película y el inicio de la colección de las figuras no se hizo esperar. Aún recuerdo mi primer muñeco: el guardia Gamorrean. A partir de ese momento no pude detenerme y logré una colección bastante amplia de muñecos, naves, escenarios y demás parafernalia asociada a la lucha entre los Jedi y los Sith. Posteriormente me compraron las dos previas y así fue como conocí este otro mundo, esta galaxia que alguien imaginó y yo adopté como algo muy propio.

De esta saga una de las cosas que más me gustaban eran las "enseñanzas" sobre la Fuerza. A pesar de haber crecido en un hogar católico lo que Ben Kenobi y Yoda decían sobre la Fuerza a mí me hacía mucho sentido. Estaba -y sigo convencido- de que no hay poder más grande que el de la mente y que dejarnos llevar por la percepción es un error que puede ser mortal para cualquier persona. Tenemos que estar seguros de lo que sentimos y vemos. La Fuerza es ese algo exterior que está allá afuera y que está en todo y todos. Hoy en día podríamos decir que es la energía o, incluso, la luz. No importa el adjetivo que le pongamos, el hecho es que sí existe algo tal que nos une a todos y a toda la galaxia y que tal vez podríamos aprender a manipular si utilizáramos un poco más nuestro cerebro.

De niño me perdía horas y horas viendo una y otra vez las mismas películas (El Regreso del Jedi era mi favorita) imaginando que era posible construir un sable láser y convertirse en un Jedi. Luke era mi héroe, como Vader era el de muchos otros. Para mi fortuna -o infortunio- siemrpe he estado del lado de los buenos. Sin embargo, nadie puede negar la grandeza de Vader. Esta historia de 6 películas giran en torno a él, sea Anakin Skywalker o Darth Vader. El resto de la historia son accidentes que enriquecen cada uno de los momentos.

Me resulta imposible imaginar mi infancia sin Star Wars. Incluso mucho de lo que hoy soy tiene que ver con eso. Es inegable que lo vivido de niño se convierte en un sello indeleble. Soy feliz siendo un fan de esta saga que además aportó mucho a la innovación fílmica, pero esa, es otra historia. Otro día platicaré sobre otras experiencias relacionadas con los mundos de Tatooine, Endor, Couruscant, Hoth, Alderan y la Death Star.

Hoy sólo les digo: "May the Force be With You, All".

23.5.07

Tres aproximaciones a la idea de la muerte

Aproximación cómica

Ayer por la noche -aunque debería decir madrugada pues era la 1am- prendí la tele para relajarme del día y poder dormir. Justo estaba por iniciar uno de mis programas favoritos, According to Jim. Decidí que lo vería y me enfundaría en las sábanas. Comienza el programa: Jim está ordenando la casa y dejando todo impecable. Sus hijos, asombrados, le preguntan qué le pasa, él no es así. Jim contesta que quiere que la casa luzca impecable pues Cheryl, su esposa, regresará pronto del funeral del tío Donald y seguro estará triste. Una de sus hijas intrépidamente le pregunta: "¿Qué sucede después de que uno muere?" Con naturalidad y aires de sapiencia Jim le responde que la gente llora mucho y luego vende la ropa. La verdad es que la respuesta de Jim no está alejada de lo que los seres humanos solemos hacer. Yo tengo mucha ropa de parientes cercanos, lejanos y no parientes que ha llegado a mi clóset. Lo que es una verdad contundente es que la gente llora mucho.

Aproximación filosófica

Sócrates fue condenado a muerte bajo los cargos de corromper a la juventud y de impiedad, el cual se dividía en que no creía en los dioses de la ciudad al mismo tiempo que introducía nuevos dioses. En la Apología de Sócrates se muestra que los argumentos de Anito, Melito y Licón son infundados y la verdadera razón para condenarlo era el peligro intelectual que representaba para las élites en el poder. En el Fedón se describe el momento en el que bebe la cicuta, el veneno que lo mataría. Sócrates está en una celda charlando con sus amigos sobre la inmortalidad del alma. En eso entra Jantipa, su esposa, echa un mar de lágrimas y gritando desesperadamente. Sócrates pide que se la lleven pues desea pasar sus últimos momentos con sus amigos en paz, sin los aspavientos de su mujer. Critón, preocupado por su maestro, le sugiere que se escape, que incluso ya sobornó a un guardia para que pueda irse y seguir viviendo. La integridad de Sócrates se muestra cuando éste comenta que en primer lugar no se irá de allí pues si no puede hacer filosofía allí en Atenas, no le interesa hacerla en otro lugar y dejar de hacer filosofía no puede ser una opción. Además, menciona, no hay que temer la muerte y sentencia: "La filosofía es una preparación para la muerte" (66e). Aquél filósofo que tema a la muerte no ha comprendido lo que es la Verdad. “¿Consideramos que la muerte es algo? [...] ¿Acaso es otra cosa que la separación del alma del cuerpo? ¿Y el estar muerto es esto: que el cuerpo esté solo en sí mismo, separado del alma, y el alma se quede sola en sí misma separada de cuerpo? ¿Acaso la muerte no es otra cosa sino esto?” (Fedón, 66c y ss.). Y más adelante agrega: "[...] y entre éstos, los que se han purificado suficientemente por medio de la filosofía, viven absolutamente sin cuerpo por todo el tiempo siguiente y llegan a moradas aún más bellas que las anteriores, que no es fácil describir ni alcanza ahora el tiempo. [...] es necesario no ahorrar esfuerzo para participar, durante la vida de la virtud y la sabiduría. Bella es, en efecto, la recompensa, y grande la esperanza” (Fedón, 114c). Interesante. Dado que un filósofo busca en su vida la verdad debe comprender que ésta no será hallada en plenitud aquí sino cuando el alma haya logrado librarse del encarcelamiento del cuerpo.

Aproximación vivencial

Hace ya varios años murió mi padrino de bautizo. De él aprendí a apreciar mejor la música, a Remedios Varo, el gusto por la traducción (él se dedicaba a traducir del inglés al español manuales de medicina y muchas otras cosas más), los bóxer (siempre lo recuerdo con sus dos perros junto a él) y muchos buenos modales. Conviví poco con él pero me llevé buenas cosas de las ocasiones en las que estaba en su compañía. El velorio lo llevamos a cabo en una funeraria cerca de Bucarelli. Como suele ser costumbre, la gente cercana al difunto se aproxima al féretro para charlar unos momentos con él. Nunca antes lo había hecho. Me acerqué para agradecerle por todo lo que de él había aprendido. Me llevé una impresión bastante fuerte al verlo. Nunca antes había visto un muerto. La imagen que inmdiatamente me vino a la mente fue la de un muñeco de cera. Quedé pasmado ante la inanimación de quien un día antes aún era mi tío. "¡Wow!", pensé, "este cadáver definitivamente está exento de alma". No sé si el alma sea la que realmente nos otorga la animación como afirmaba Aristóteles, pero es un hecho que al morir no sólo tu cuerpo físico deja de funcionar. Estoy convencido -y al ver a mi tío confirmé mi convencimiento- que los seres humanos poseemos alma y que al morir se desprende del cuerpo y vaga en otra dimensión. Seguro esuchó mis pensamientos y pudo ver a todos los que estuvimos allí cuando él ya no era ese cuerpo.

21.5.07

Leaving Beirut


Hace algunos meses tuve la fortuna de asistir al concierto de Roger Waters aquí en México. Genial, ya lo había dicho antes. Comparto la canción que durante su gira está dando a conocer y que tanta aceptación ha tenido por parte del público. Leaving Beirut. Escuchen la música y pongan atención a la letra. No cabe duda que este señor es un genio.

M.C. Escher

Este géminis nacido el 17 de junio de 1898 en Leeuwarden, Holanda destacó por la matematicidad de su cerebro transformado en grabados en madera y piedra así como por sus dibujos a media tinta. Jugó con la perspectiva como nadie antes lo había hecho. Su genio creativo está emparentado con aquel de J.S. Bach y el lógico Kurt Gödel en el libro de Douglas Hofstadter, Gödel, Escher y Bach: un eterno y grácil bucle.

La xilografía que aquí se presenta se titula "Metamorfosis II", la cual se tardó cuatro meses en terminar, es una de sus obras que más me agrada. Siempre me han gustado las cosas armónicas y simétricas. Todo aquello que es igual pero distinto y que al mismo tiempo guarda una distancia proporcional me subleva. En el arte, además, me fascinan los juegos matemáticos. Uno de mis compositores que tengo en gran estima es el ya citado J.S. Bach. Sus partituras son un ejemplo de amalgamas melódicas, armónicas y matemáticas. Se ha comentado que la música de Bach podría traducirse mediante fórmulas de Cálculo. No entiendo bien cómo podría ser, pero la sola idea me genera una emoción indescriptible. A pesar de haber estudiado filosofía, como la mayoría de la gente piensa, las matemáticas son mi otra pasión intelectual. Pero mejor regresemos al arte.

En la xilografía mostrada se puede percibir la simetría, el juego matemático con la realidad al transformar nuestra percepción en cada cuadro. Debo advertir que el original no está cortado como éste, sino que forma parte continua de un mural. Al verlo de corrido se puede notar la genialidad de la obra. Si le dan clic al título de esta entrada podrán ir a una página donde verán esta obra como lo explico.

Analicen la estructura de la obra. Inicio-Primera parte-Segunda parte-Epílogo-Fin. Así la interpreto. Inicia con la palabra metamorphose y de allí continúa jugando con la misma palabra hasta que aparece un tablero de ajedrez (nótese la búsqueda por lo lógico) donde a mi parecer comienza la Primera parte, cuando los cuadros negros y blancos comienzan a transformarse en lagartijas y, con un cambio de tina (la verde), la lagartija se hace lagarto y éste a su vez en hexágonos, los cuales a su vez se convierten en un panal. Ahora comienza lo que considero es la Segunda parte. De este panal salen volando abejas, mismas que se transforman, primero en avispas y luego en mariposas. Entre las mariposas comienzan a salir peces en sincronía con la difuminación de las mariposas. Transcurren unas tres hileras de peces hasta que aparece una paloma. A lo lejos se nota cómo un pájaro acompañará a la paloma en su viaje, al cual se le unirá una tercer ave parecida a una golondrina. Aquí es donde considero que comienza el Epílogo, el cual se muestra aprovechando la tinta anaranjada con la que introdujo al pájaro para elaborar cuadros de diferentes formas, los cuales representan los techos de las casas de una ciudad, misma que tiene una torre de vigilancia, la cual descansa sobre los cuadrados verdes que vuelven a simular un tablero de ajedrez, el cual muta su color verde por el negro y de esta forma, con la pieza del rey en la esquina se comienza el retroceso hacia la palabra metamorphose donde la xilografía llega a su Fin.

Hay muchas otras obras de Escher y eso lo utilizaré de pretexto para platicar más de este grabadista que combinó arte y ciencia en un mismo elemento. ¿Quién dice que el arte carece de lógica?

18.5.07

¿Y tú cuánto cuestas? / So, what's your Price?

Ayer fui a la premier de la película ¿Y tú cuánto cuestas? La verdad es que no sabía qué esperar. El director es Olallo Rubio, ex-locutor de Radioactivo en México. En su programa de radio siempre mostró cuáles eran sus dos grandes pasiones: la música y el cine. A esto podríamos agregarle su admiración por Alejandro Jodorowsky.

Sabía que desde la venta de Radioactivo, Olallo estaba dedicado en cuerpo y alma a su pasión por el cine. Pero no conocía exactamente qué era lo que traía en mente. Puedo decir que ayer me llevé una grata sorpresa. La película es un documental al propio estilo de Michael Moore que aborda el tema del cosumismo en su extensión más vasta. Todo gira alrededor de los productos y su precio. ¿Somos los seres humanos productos en venta?

¿Y tú cuánto cuestas? busca mostrar el valor (¿o debería decir precio?) de todo: una coca-cola, una joya, un auto, una casa, un riñón, un pulmón, el ADN, el ser humano, el amor, el sexo, la vida. Por medio de entrevistas logra averiguar el precio que cada persona cree poseer. ¿Realmente tenemos un precio? ¿Estamos en venta? ¿Nuestro valor se reduce a una cifra económica? Contrasta, además, a ambas culturas. Por un lado responden a sus preguntas mexicanos -sobre todo capitalinos- y, por otro, a estadounidenses de Nueva York. Procurando la objetividad abarca todas las clases sociales, étnicas y raciales, tanto aquí como allá. Podemos encontrar desde el marchante de un mercado hasta estudiantes de la Ibero pasando por punks, darketos, negros, comerciantes, empleados y gente que pasaba por la calle.

Es su ópera prima y la aplaudo. Con un presupuesto muy bajo logró un documental que no le pide nada a cualquier otro proyectado en las salas de cine. Sin embargo, existen algunos detalles que podrían mejorarse para su próxima intervención.

Aunque evidentemente existe un hilo conductor a lo largo de toda la película, hay momentos que se nota cierto desorden. Además, me parece que llegó a abusar de las cifras. Entiendo que su tesis era hacernos ver que todos tenemos un precio, no matter what. Pero queda claro desde el principio y, aunque las cifras son datos duros que sustentan las ideas plasmadas, hay varias que pudieron omitirse. Lo que más echo de menos del filme es que esperaba una aportación final. Es decir, estoy de acuerdo con su tesis y le compro la idea de que desde el momento de nacer somos percibidos como un producto más a quién venderle ideas consumistas. Perfecto, ¿y, qué más?

Me parece que el reto está en la propuesta más que en la crítica, ya que al ser hijos del capitalismo entendemos que formamos parte de un sistema cuyo fin es el que crezcas con ciertas ideas para que, a través del consumo, lo alimentemos. Y me pregunto, ¿cómo dejar de serlo? El capitalismo es un sistema económico y político casi tan bien diseñado que toda crítica resulta absorbida y sacada provecho. La contracultura vende. Los hippies, el metal, el punk, el arte, el deconstructivismo, el socialismo y todo lo que en algún momento muestra los defectos del capitalismo y busca desprenderse de él, termina siendo un engrane más. Generar una propuesta anticapitalista que realmente forme un conjunto externo al capitalismo es un reto intelectual muy grande.

¿Y tú, cuánto cuestas?

15.5.07

Seasons in the Abyss


De los pocos grupos que hoy en día siguen tocando tan buen metal como lo hicieron en los 80. Este video es de 1990 y qué bueno es.

14.5.07

Fotos del cantinazo

Véase y léase de abajo hacia arriba. El relato del día está en una entrada anterior.


Felices antes de subirnos al metro.


Arrrrrancan...
Satisfechos y listos para lo que seguía.
Calentando los motores para lo que sería una tarde inolvidable.

En la sala de espera.

El cantinazo

...y así fue.

Puntualmente estuvimos en Isabel la Católica #29. Comeríamos en el Casino Español, cuyo edificio tiene una arquitectura sumamente bella. En la planta baja hay una exposición de pintura y en el primer piso está el restaurante con un toque de elegancia (aunque no demasiada pues hubiésemos tenido que cambiar la opción para comer). Mientras arreglaban nuestra mesa aguardamos en una especie de vestíbulo que permitía contemplar un poco más de esa arquitectura afrancesada, típica de los reyes del siglos XVIII. Entonces pasamos a la mesa. De lo que cada quien ordenó recomiendo, de entrada, las zetas con chistorra al ajillo (suculento). La sopa de mariscos también estaba muy rica. De plato fuerte la paella es indispensable. Dato importante: si van a pedir paella no pidan sopa, la paella en sí es bastante sustanciosa. Todo esto lo acompañamos con una jarra de clericot, el cual estaba muy simple, le faltaba jarabe y más vino (sabía mucho a limón).

Con la panza llena nos dirigimos al Bar Isabel. Al entrar lo primero que preguntamos fue si iban a poner en la tele el partido de Cruz Azul-Tecos, pues de no hacerlo buscaríamos otro lugar para pasar la tarde. El cantinero asintió y nosotros tomamos una mesa justo frente a la tele. Como siempre, abrí con una cerveza, luego pedí un Etiqueta Roja seguido de una Piña Colada (bastante mala, por cierto) y cerré con dos Etiquetas Rojas. Como ya es tradición, todos nos fumamos un purito sabor maple. A cada rato brindábamos por todos y todas, por el partido y las historias. Había alegría y eso era lo importante. Esta cantina tiene un aliciente distinto al resto de las que hemos ido y es que está a un costado del Hotel Isabel, en el cual se hospedan muchos extranjeros y extranjeras (¡oh extranjeras!) La tarde era aún más alegre por eso.

No pudo ir uno de nuestros amigos, pero ojalá nos pueda acompañar al próximo cantinazo. Fue una maravillosa tarde conbebiendo con los amigos y pasando un excelente momento. Además, ganó el Cruz Azul.

En otra entrada dejo las fotos de esta ocasión.

¡Salud!

13.5.07

La poesía

La poesía es una flor inmarcesible;
le canta al sol y a la lluvia,
a la luna y las estrellas,
a las nubes, el mar y el desierto,
al bosque, las mujeres y los hombres,
le canta a todo lo que ve e imagina.
Esta es la poesía;
un águila que vuela sin fronteras,
un elefante memorioso,
un mar sediento, tranquilo y apasionado,
una campana que anuncia el porvenir,
una piedra rígida que desafía el tiempo
o un velo transparente que oculta su rostro.
Gira en torno a las palabras,
dulces y agresivas
que disipan sus miedos, sus dolores
y crecen en los árboles, frutos,
imágenes cargadas de emoción,
palabras, voces en silencio que lo dicen todo,
son raíces en el mundo,
nuestro refugio,
es poesía.

11.5.07

Mañana iré a la cantina

Como ya es tradición entre mis amigos y yo, vamos al menos dos veces al año a la cantina. Cuando la economía alcanza, tres o hasta cuatro veces. Es una delicia poder hacerlo, sobre todo con los amigos.

Nuestra rutina suele ser la siguiente: Comemos en algún restaurante del centro y de allí nos desplazamos a una cantina donde se nos antoje pasar el resto del sábado platicando, albureando y pasando un buen rato. Las cantinas del centro son de lo mejor que hay con su toque histórico; además la botana suele ser muy buena.

La última vez que fuimos comimos en el Salón Corona donde las tortas al pastor junto con los tacos son buenísimos. Después solemos ir a La Mascota, pero en esta ocasión decidimos probar otra cuyo nombre no recuerdo pero que está a dos cuadras de la plancha del Zócalo yendo hacia Bellas Artes.


El lunes ya les platicaré qué tal me fue este sábado. Mientras, dejo unas fotos de la ocasión que les platico.

¡Salud!

Aire mortal

En mi trabajo no tengo una oficina individual. Es posible decir que comparto mi oficina con otras diez personas, o que otras diez personas comparten su oficina conmigo. Al abrir la puerta de la megaoficina para 11 uno se encuentra con dos hileras de escritorios: una del lado derecho y otra del izquierdo. Cada lugar tiene su escritorio con computadora, dos gavetas para guardar material y un archivero. Al centro hay algunos otros archiveros y al fondo las impresoras. En el techo hay dos ranuras por las que en ocasiones aparece el aire acondicionado.

En ocasiones alguien lo acciona y comienza a enfriar el ambiente de la megaoficina. El problema con trabajar en una oficina compartida es que también hay que compartir gustos y disgustos. Por ejemplo, me considero una persona con mucha tolerancia al calor, al grado que detesto los aires acondicionados en las habitaciones (en ocasiones los puedo tolerar en el auto, pero para ello tendría que haber un infierno afuera -de 35 grados C. para arriba).

Aprovecho para platicar una anécdota. Hubo una ocasión en la que estábamos mi familia y yo en un lugar con una temperatura elevada. ïbamos en el coche y mi padre enciende el aire acondicionado (clima como le dicen los regios), lo cual reproché. Le dije que no lo hiciera porque me gustaba sudar. Por supuesto, el aire dentro del automóvil se mantuvo y yo tuve que dejar de sudar. De hecho, considero que hacerlo (sudar) es una de las cosas más saludables que podemos hacer pues allí expulsamos muchas toxinas; sin embargo, los prejuicios sociales lo consideran algo sucio.

Retomo mi tema. En estos días que ha estado haciendo algo de calor en la ciudad hay quienes lo suelen poner (incluso cuando el calor no lo es tanto) y a los 5 minutos siempre pongo el grito en el aire para apagarlo. Hoy llegué a la oficina y allí estaba, el aire mortal, encendido. Son las 9 de la mañana, caramba, ¿por qué tan temprano? ¿Por qué la tortura? Varios compañeros ya se han enfermado de la garganta debido al uso del mortal aire. Aún así, hay quienes aseguran padecer bochornos para justificar el accionar del aire.

¿Podré desde aquí exigir una oficina individual para ya no tener que padecer la gelidez del aire que atrofia mis pulmones y me provoca malestar?

9.5.07

Estoy a dieta

En diciembre de 2005 comencé a laborar en una institución donde una de las prestaciones que los empleados tenemos es el comedor. Les platico cómo fue mi recepción, es decir, el primer platillo que comí como empleado.

De entrada unos palmitos rellenos, de plato fuerte un Rib Eye delicioso y el postre lo he olvidado, pero también suelen ser muy buenos. A lo largo del tiempo que llevo laborando en dicha institución he comido las más variadas cremas y sopas, y unos platillos suculentos como una riquísima paella que en ocasiones hacen, jaibas rellenas, lasagna de quesos. De postre unos helados de la mejor calidad, mouses, pasteles, tartas, pies. Además, siempre hay una canasta de pan al centro y sus respectivas mantequillas para untarle.

¡Imagínense esto! Comía como rey y me daba mis atascones porque además tenemos una cocineta con un refri lleno de refrescos y cada semana hay galletas riquísimas. Le empaqué a mi cuerpo todo lo que me encontraba y con la vida sedentaria de alguien que permanece 8 horas sentado frente a la computadora no había otra consecuencia: engordé. Las leyes de la física me castigaron con hasta 16 kilos de más. Entré pesando 72 y llegué a pesar 88.

Entonces decidí que era hora de tomar una decisión saludable y fui con una nutrióloga (muy recomendable, cuando quieran les paso el dato). He ido con ella desde hace tres meses y ya peso 74. Qué bien se siente estar delgado otra vez, aunque eso sí, extraño los postres, el sidral y las galletas de chocolate. Lo bueno de estar con una nutrióloga es que te enseña a comer y entonces de vez en cuando sí me doy permiso de una galletita por acá y un postresito por allá. Increíblemente, a pesar de eso, en estos meses de buen comer siempre que voy a cita bajo al menos 2 kilos.

¿Quién será el siguiente ente saludable?