23.3.09

El llanto

Hace unos minutos que salí de mi oficina para comprar leche y tomar mi desayuno. Pasé junto a una escuela y escuché el llanto de un niño. Calculo, por el timbre, entre 4 y 5 años. Entonces seguí caminando preguntándome el por qué del llanto. Comencé a repasar los momentos en los que los seres humanos recurrimos a las lágrimas o simplemente al berrido.

La primera es la muestra de nuestra existencia: llorar denota que estamos vivos fuera del útero materno.

La segunda surge como medio de comunicación: lloramos para exigir alimento, porque estamos cansados, acalorados, molestos. Es un reclamo que manifiesta atención.

La tercera son los berrinches. Lloramos para demandar un capricho. Responde a la falta de tolerancia a la frustración cuyo origen es la excesiva atención hacia el criaturo.

La cuarta es ante el dolor físico. Lloramos porque nos caemos, raspamos, pegamos. Este llano posteriormente exigirá fortaleza.

La quinta es frente al dolor interno. Lloramos porque se murió nuestra mascota, abuelita, se rompió nuestro juguete favorito, tenemos miedo ante el juguete que de noche se ve terrorífico. El llanto por dolor espiritual es el más profundo. Este no se quita a lo largo de los años. Crecemos y lloramos el amor perdido y nos sentimos abandonados y solos. Es el llanto que nos acompaña hasta la muerte.

La sexta acompaña al coraje. Cuando llega ese momento en el que nos hicieron enojar tanto que las lágrimas ruedan por las mejillas. Aunque en realidad, este es un berrinche adulto.

La séptima es por felicidad. Un suceso fue tan magnífico que inevitablemente produce lágrimas. Aún no conozco esta forma de llanto, pero seguro algún día me tomará desprevenido.

Tras el recorrdido histórico por el llanto lo que puedo concluir es que éste es sobre todo un medio de comunicación que, como cualquier lenguaje, es susceptible de mentiras. También lloramos por chantaje, para evitar que el ser amado nos deje. Allí, mentimos. Sin embargo, el llanto también puede ayudar a equilibrar las emociones. Las personas que guardamos nuestras emociones y rara vez lloramos, en ocasiones sentimos pesadumbre: todo se llena de piedras. También es cierto que así como habemos los que casi no lloramos, están los que lloran en demasía. ¿Por qué? ¿Cuál es el justo medio? Me parece que, como todo, depende de nuestra capacidad para ver las cosas como son: objetividad y humildad para que la fantasía no sea la realidad y para que la realidad no se convierta en un museo. La realidad está viva y eso es lo que dificulta aún más su aprehensión. Ya lo habían visto nuestros filósofos griegos: Heráclito, Parménides y Platón.

Cuando regresé de la tienda y pasé nuevamente por el colegio, el llanto del niño había desaparecido. Risas se escuchaban tras el muro escolar. Había vuelto a la realidad.

19.3.09

Arkhe - Introspection

Lo mejor que hay en metal mexicano actualmente. El video y la música no le piden nada a cualquier otra banda de metal en el mundo.

18.3.09

Entre pasiones me encuentro

El otro día mientras veía el canal de la NFL reafirmé algo que de antemano ya sabía: soy filósofo por accidente. Mi primera y auténtica pasión son los deportes. Por ejemplo, del futbol americano me sé estadísticas, historia, cómo van los equipos, algunos de los jugadores de los 32 equipos, quiénes son los prospectos en el Draft, datos curiosos y más cosas. Sin mencionar, claro, que mientras joven era un destacado deportista. Actualmente la ausencia de ejercicio, el exceso de alimento y la necesidad de formar parte de un sistema económico ha oxidado mis articulaciones y movimientos para el deporte. Sin embargo, continúo apasionado por el deporte.

Afortunadamente, la Filosofía también me nutre. Tomar un libro o artículo filosófico me sublima. Me gusta leer novelas y cuentos, pero me gusta más leer filosofía. Leer un ensayo que desmenuza la realidad provoca una descarga de adrenalina y dopamina cuyo placer me incita a continar leyendo o empezar a escribir. Y para eso, las noches son lo mejor. El problema, como ya se sabe, es que uno debe levantarse para ir al trabajo donde le pagan a uno. Hoy, por ejemplo, mientras esperaba que llegara el señor de seguridad a abrirme la puerta de la oficina, leía un libro sobre Platón. Entré, me senté y no podía dejar de leerlo. Es más, si ahorita pudiera, lo leería --tal vez acabando esta entrada vaya al baño y lea aunque sea otro capítulo--, lo leería y lo seguiría leyendo hasta terminarlo. Me encantaría poder leer dos libros al día; poder dedicarme sólo a leer. En fin, tal vez algún día sea así.

Finalmente esta divagación surgió porque cuando veía la NFL Network pensaba que me encantaría ver a mi hijo saliendo de casa con su maleta y su equipo de futbol americano, quisiera que mi hijo fuera un alto y gran atleta. Ah, también que leyera, pensé.

17.3.09

Fin del luto

Una costumbre que copié a mi padrino (qepd) fue la de dedicarle un Réquiem a la muerte de alguien querido, admirado o una catástrofe. Así, cuando los ataques terroristas a las Torres gemelas, puse el Réquiem de Fauré. Ante el embrión no-logrado, finalmente, un hijo mío, dediqué no uno, sino dos: el de Berlioz y el de Mozart. Antier terminó el proceso que inició a mediados de enero. Una de las recomendaciones que nos hizo el médico fue tomar ácido fólico para evitar abortos espontáneos.

Quiero agradecer a todas y todos quienes me llamaron, dejaron un comentario en el blog o mandaron un correo ofreciéndome su apoyo. También a los que no lo hicieron porque no sabían qué decir (yo mismo no sabría qué decir ante algo así).

10.3.09

Luto

Ayer nos avisaron que el embrión no se logró. El corazón que debió desarrollársele sólo quedó en un intento. La ginecóloga le llamó "corazón automatizado", late, pero no hay vida. Nos explicó que es como las lagartijas que al cortarles la cabeza siguen vivas un tiempo antes de que mueran; su corazón late aunque ya no tiene nada que irrigar para mantener vivo. Nuestro embrión es así, está en agonía; pronto la naturaleza hará su parte e intentaremos nuevamente quedar embarazados. Mientras tanto, comparto esto al tiempo que entra en luto este espacio.

9.3.09

Escribir

En el libro El taller de la filosofía de Jaime Nubiola se dice: "(...) escribir es la manera de poner en limpio lo que pensamos. Al escribir ponemos a prueba el fuste y claridad de nuestras ideas". Buen consejo.

7.3.09

¡No matarás!

El otro día le daba vueltas al tema del aborto, donde mi postura, como lo he mencionado antes, es a favor de la vida, siempre. Sin embargo, al desarrollar en mi mente los argumentos con los que defendería la vida sobre la muerte, donde la semilla que potencialmente se actualizará en un ser humano, me di cuenta que tal vez el problema para defender al nonato radica en la insensibilidad que tenemos hacia el resto de los animales.

Gandhi dijo que "la grandeza de cualquier nación se mide por el trato que ésta le da a los animales". En los países occidentales el respeto por los animales es prácticamente nulo. Los rastros son una barbarie. Alguna vez estuve en uno y me pareció atroz lo que le hacen a los cerdos, por ejemplo. En este sentido, el pueblo más civilizado es el judío, donde el rabino ha de cuidar que la matanza hecha sea digna, de tal manera que la muerte del animal no implique derrame de adrenalina y otras sustancias tóxicas que dañen la carne que consumiremos. Sin embargo, al final, sea Kosher o no, nos comeremos esa carne; al final matamos a un ser vivo para alimentarnos. La justificación de que Dios puso allí a los animales para que los seres humanos nos aprovecháramos de su piel y carne para sobrevivir me parece falaz. No obstante, forma parte de mi cultura también.

Considero que el siguiente paso evolutivo del ser humano es el vegetariano. Tal evolución será de consciencia, de mentalidad, de una mejor comprensión de la naturaleza. Yo no lo soy y alguna vez lo intenté. Durante dos semanas alrededor de mis 22 años desayuné, comí y cené comida vegetariana. No me desagradaba; había platillos realmente exquisitos, pero extrañaba la carne. Y volví a las andadas. Ser vegetariano es un esfuerzo de la voluntad una vez que la inteligencia ha reconocido la aberración de matar otros animales. Y digo otros porque nosotros lo somos.

Cuando logremos subir este escalón evolutivo, la defensa por el embrión que se está desarrollando en el vientre materno y a los cinco meses ya será un ser humano y que a los nueve podrá salir del vientre para comenzar una vida al lado de sus semejantes, entonces esa defensa será natural. Pero claro, el embrión, la semilla que se desarrolla durante los primeros tres meses aún no es una persona, si bien está en potencia de serlo. Es algo cercano a un animal. Pues es un ser vivo que está desarrollándose. Pero justificamos la matanza de las reses y pollos y cerdos para comer y vestir. ¿Por qué no, entonces, justificar la matanza de otro ser, que aún no es un ser humano, aunque lo será?

5.3.09

¿Existe Dios?

El último ejemplar de Letras Libres desarrolla el tema sobre la existencia de Dios. Me parece que sólo un necio podría negar la existencia de Dios --o como lo quieran llamar: Primer Motor, Mente Maestra, Jugador de dados, Causa primera...-- pues de la nada nada sale. Ergo, fue necesario que alguien sea la primera causa de todo, lo que implicaría a su vez, que esta causa es causa de sí misma. Una explicación al infinito de lo que sea es imposible: no existe causación ad infinitum. Sin embargo, parece esto ser contradictorio: si de la nada nada sale, ¿de dónde salió Dios? Si no puede haber causas y explicaciones que se extiendan al infinito, ¿cómo puede serlo Dios? Y entonces, ¿Dios existe?

4.3.09

La creatividad y la mentira

Una de las cualidades que confieso tengo es la de no mentir. En realidad, lo que sucede es que no sé mentir, ni siquiera cuando quiero hacerlo lo logro y termino confesando que era una mentira. Hay ocasiones en las que quisiera poder mentir, decir algo y que todos me creyeran que eso es cierto mientras me alejo con una sonrisa en el rostro. Por ejemplo, para escribir una novela, un cuento, es necesario poseer esta capacidad: la de mentir, la de decir algo de tal forma que el resto no se cuestiona la veracidad de tu narración. Nadie cuestiona mientras lee Pedro Páramo la veracidad de Juan Preciado, o la existencia de Elfos y Hobbits en El señor de los anillos; sencillamente aceptamos lo que estamos leyendo. Tal vez precisamente porque la narración, la creación, la invención es tan buena que estamos sumergidos en ella gozándola. En ocasiones hasta quisiéramos estar presentes en el relato y vivir lo que los protagonistas viven. Esta enorme cualidad de cuentistas y novelistas, capaces de sumergirnos en un mundo imaginario, inexistente, está estrechamente vinculado con la creatividad.

Cualquier podemos imaginar montones de cosas, pero pocos tienen la capacidad para darle una consistencia a dicha imaginación. Muchos --o todos-- hemos imaginado escenarios como los relatados en Ensayo sobre la ceguera o El barón rampante o Moby Dick; sin embargo, sólo unos pocos pudieron escribir esos relatos y darles unidad y credibilidad: José Saramago, Italo Calvino y Herman Melville. La creatividad es algo que admiro en los demás porque carezco de ella. Tengo bosquejos de cuentos y novelas que no han podido superar el simple bosquejo, no logran pasar de las dos páginas donde trato de armar la psicología de los personajes, la trama, el nudo y, lo que más me cuesta trabajo, el desenlace. ¿Y todo por qué? No sé mentir. No sé crear una mentira consistente, no tengo creatividad.

Entonces me percaté que la gente más mentirosa que conozco es gente muy creativa --si bien no necesariamente la gente creativa es mentirosa dolosamente--. No sólo eso, también son capaces de desenvolverse en el mundo con mayor facilidad. Para los cuadrados racionales como yo la vida suele complicarse mucho en ocasiones por esa falta de visión para encontrar una alternativa a determinado problema. Desgraciadamente, no existen cursos de creatividad. Ni siquiera sé si ésta se desarrolla en la infancia o es uno de esos dones divinos con los que algunos son bendecidos. Sólo sé que me gustaría tener más creatividad y que no la tengo (no necesariamente para poder mentir con dolo, sino con gracia literaria).

3.3.09

Alfonso Reyes, un mexicano universal

En alguna ocasión Borges comentó: Pienso en Reyes como en el mejor estilista de la prosa española de este siglo [XX]; con él he aprendido mucho sobre simplicidad y manera directa de escribir.

Las palabras del argentino, amigo entrañable del mexicano, no podían ser más precisas para describir la obra de Alfonso Reyes (1889-1959). En sus textos, el regiomontano ilumina, precisa, acoge y reflexiona. Su literatura es un manjar que se ha de comer en varios tiempos. El tiempo de la poesía, el del ensayo, el de la prosa oblicua, el del cuento y el de la cultura.

Entre su obra es posible subrayar dos líneas que en ocasiones se cruzan; en otras, como asíntotas, se acompañan hasta el infinito. Grecia y México, sus dos amores, el ADN de la literatura alfonsina. Así lo manifestó: Mi ideal en Grecia; mi esperanza en México. Y en la práctica, la creación del Ateneo de la juventud junto con Vasconcelos, Henríquez Ureña y Antonio Caso, entre otros, confirma esta línea de pensamiento.

Descubrí a Reyes con «Visión de Anáhuac», donde penetra hasta lo más profundo del mexicano y con elegancia arroja una tremenda verdad: somos el conquistador conquistado. Otro de sus ensayos, «México en una nuez», inicia así: Los aztecas, raza militar, dominaban por el terror a un conjunto de pueblos heterogéneos, y sólo escapaban a su imperio los muy alejados o los muy bravos. A pesar de todo, esta raza militar sucumbió por el respeto que le tuvo a aquel que se decía embajador: Cortés.

Y entonces surge la visión, no de Anáhuac, sino de don Alfonso: Cualquiera que sea la doctrina histórica que se profese (…) nos une con la raza de ayer, sin hablar de sangres, la comunidad del esfuerzo por domeñar nuestra naturaleza brava y fragosa; esfuerzo que es la base bruta de la historia («Visión de Anáhuac»).

Pues como se aprecia en su poema «Figura de México»:

La verdad no padece porque la digan muchos,
y es suerte que a los lerdos persuada y a los duchos.

¿Podría algo ser más simple, directo y bello? Sencillamente, la firma de Reyes.

[Publicado en ISTMO 300, enero-febrero 2009.]

2.3.09

Vida

En el centro puede verse un círculo negro. Dentro de éste hay una leve raya blanca. Estoy hablando de la vida. Es el ultrasonido de lo que próximamente se convertirá en mi hij@. El círculo negro es el saco donde crecerá el embrión (raya blanca), el cual apenas mide 2-3 milímetros. Auténticamente es una semilla, donde el árbol será un ser humano. Esta semilla y no otra será una persona. En nombre de quién o qué nos hemos atrevido a destruir semillas potencialmente personas. Comparto una alegría que espero muchos otros también puedan compartir algún día. Próximamente --en una semana-- escucharemos su corazón. Así es, esta semilla que muchos se atreven a tirar a la basura tiene corazón a las seis semanas de gestación. Y entonces me pregunto, ¿qué es un ser humano?