23.11.07

Hacia la oscuridad

Otra vez Platón...

El fin de semana pasado se fue la luz en mi casa. Fue el sábado, ahora lo recuerdo. Veía el partido del Cruz Azul cuando al inicio del segundo tiempo....

Entonces decidí sentarme en la sala, solo, a contemplar la oscuridad. No parpadeaba. Quería que la oscuridad penetrara en mí. No lograba ver nada. Si acaso el sillón sobre el que me encontraba sentado. Pensé en la Caverna e imaginé ser uno de esos prisioneros. Lo era. Pegado al sofá no vislumbraba nada. Poco a poco la ansiedad comenzaba a apoderarse de mí. No poder ver nada enloquece. Ni siquiera podía ver sombras. Todo era negro. Era un manto fascinante. Decidí liberarme de mi estado y caminar por la casa. Gracias al conocimiento que tengo de mi departamento no chocaba con las paredes y otros muebles. Sin embargo, seguía ciego. Recordé que alguna vez viví una sensación similar. Íbamos por una carretera en un pueblo de provincia. Era de noche. No había farolas que iluminaran el camino. Sólo los faros del coche. No venían vehículos delante ni detrás de nosotros. Mi papá decidió apagar las luces del auto. Impresionante. No se veía absolutamente nada. Si acaso un haz de luna que timidamente iluminaba algo. Oscuridad profunda. Fue una experiencia genial. ¡Única!

Regresó la luz en la casa y extrañé esa sensación. Como el prisionero de la Caverna, quería regresar al nicho de sombras. No sé para qué, pero quería regresar. Me sentía cómodo en la locura de la nada.

4 comentarios:

Imagíname dijo...

En mi casa en chiapas se va mucho la luz, pero a mi me enoja mucho cuando se va y estoy trabajando en la computadora o viendo un partido de futbol, a veces se disfruta la oscuridad, regularmente se va cuando hay una tormenta eléctrica, y cuando es así me encanta ver la iluminación que brindan los rayos.

¡Saludos!

Mallén dijo...

De pequeña le tenía pánico a la oscuridad... ahora más grande, enfrentando mis temores, he aprendido poco a poquito a reconciliarme con ella.
Saludos...

Anónimo dijo...

y luego nos mostraste el experimento en cuetzalan, el de la luna y el camino, desde aquella ocación los que aun vamos a cuetzalan continuamos experimentando aquella obscuridad luminosa de la carretera en la madrugada, algo totalmente impresionante, es fasinante deshacerse por un momento de la luz artificial de la ciudad para delitarse con momentos de lunas y estrellas.

Rodricus dijo...

¿Está seguro que se fue la luz, y no en esa ocasión te quedaste ciego de ambos ojos?