Somos el río que invocaste, Heráclito.
Somos el tiempo. Su intangible curso
acarrea leones y montañas,
llorado amor, ceniza del deleite,
insidiosa esperanza interminable,
vastos nombres de imperios que son polvo,
hexámetros del griego y del romano,
lóbrego un mar bajo el poder del alba,
el sueño, ese pregusto de la muerte,
las armas y el guerrero, monumentos,
las dos caras de Jano que se ignoran,
los laberintos de marfil que urden
las piezas de ajedrez en el tablero,
la roja mano de Macbeth que puede
ensangrentar los mares, la secreta
labor de los relojes en la sombra,
un incesante espejo que se mira
en otro espejo y nadie para verlos,
láminas en acero, letra gótica,
una barra de azufre en un armario,
pesadas campanadas del insomnio,
auroras, ponientes y crepúsculos,
ecos, resaca, arena, liquen, sueños.
Otra cosa no soy que esas imágenes
que baraja el azar y nombra el tedio.
Con ellas, aunque ciego y quebrantado,
he de labrar el verso incorruptible
y (es mi deber) salvarme.
Jorge Luis Borges
Este poema lo dedicó el argentino a nuestro Alfonso Reyes. Por eso la foto.
3 comentarios:
Bonito poema, me hizo recordar un cuento.
¿Sabes?, creí que iba a encontrar una entrada acerca del 6-0 de México sobre Paraguay, ¿o estas esperando a ver que pasa contra Argentina?
¡Saludos!
¡ChungaMan! Mira que te estás haciendo más fama de pambolero que de poeta.
Hacía tiempo que no releía al Borges poeta. Qué bien suena "ese pregusto de la muerte" y "los laberintos de marfil", señal de que su poesía es no sólo acústica sino también visual.
Imagíname: Jaja, yo también pensé en eso, pero mejor dejo esa entrada para la final.
Kics: El poeta sigue conmigo, pero la euforia pambolera me contagió con la nueva era de la selección. Sí, a mí la imagen del laberinto de marfil me puede mucho. También me agrada mucho "La roja mano de Macbeth".
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