18.7.08

Coleccionar

Desde hace tiempo el tema del coleccionismo me da vueltas en la cabeza. Se intensificó tras una plática con CZ quien aseguraba que guardar objetos es valorar lo material sobre lo fundamental del ser: su espíritu. Yo contraargumentaba bajo el precepto de que todos coleccionamos algo, lo cual es una condición per se humana. Tras leer el suplemento cultura de Reforma, El Ángel, que dedicó el domigno pasado lo principal al tema del coleccionismo, me es imposible guardarme más mis ideas. Salvo por el artículo de Héctor Zagal (El placer de atesorar), la cita de Walter Benjamin y el testimonio de Enrique Metinides, coleccionista de objetos que aluden a las emergencias --carros de bombero, ambulancias, patrullas, soldados-- me pareció una intervención desafortunada. El tema, me parece, podía ser explotado infinitamente más.

Regreso al tema, que es hablar sobre el coleccionismo y no una diatriba sobre mi opinión entorno al suplemento dominical del periódico. De niños todos coleccionamos algo porque el mundo nos parece sorprendente y le reservamos un espacio particular a tales objetos. Yo, por ejemplo, coleccionaba latas de refresco, cerveza y demás. La bolsa que las guardaba la tiré hace como un año. También coleccioné jueguetes de Star Wars --esos aún los tengo conmigo y sueño con el día que pueda colocarlos en mi oficina--. Otras cosas que coleccioné: timbres, coches, monedas y álbumes.

Hoy colecciono libros, revistas y conocimiento. Además de que me gusta leer, me gusta también un librero lleno y mi colección --casi completa-- de Letras Libres. Leer, finalmente, me permite llenar de datos y citas mi cabeza para poder pensar, escribir y dialogar. Hay gente que colecciona recuerdos, fotos, cabellos y todo lo que pueda llegar a ocurrírsenos. Coleccionar no es, como afirmaba CZ, un apego material, sino una afirmación del espíritu al conferirle a tal objeto un valor y por medio del objeto individualizar nuestro propio ser.

1 comentario:

Jesús dijo...

Billetes de banco, eso es lo que me gustaria coleccionar, jejejjeeje
Pero basicamente para coleccionar cualquier cosa se necesita espacio, y en mi apartamento de 25 m2, no quepo ni yo.