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Recuerdo que mis papás me llevaron al cine y quedé impresionado. Tenía seis años, los suficientes para gozar y adentrarme en esta otra galaxia que George nos ofrecía. (Un dato a mencionar de esta trilogía que se convirtió en hexalogía y que incluso fue pensada como nonalogía es que la Tierra es otro tema y no hay alienígenas que la quieran destruir.) A los pocos días tenía la versión pirata en beta de la película y el inicio de la colección de las figuras no se hizo esperar. Aún recuerdo mi primer muñeco: el guardia Gamorrean. A partir de ese momento no pude detenerme y logré una colección bastante amplia de muñecos, naves, escenarios y demás parafernalia asociada a la lucha entre los Jedi y los Sith. Posteriormente me compraron las dos previas y así fue como conocí este otro mundo, esta galaxia que alguien imaginó y yo adopté como algo muy propio.
De esta saga una de las cosas que más me gustaban eran las "enseñanzas" sobre la Fuerza. A pesar de haber crecido en un hogar católico lo que Ben Kenobi y Yoda decían sobre la Fuerza a mí me hacía mucho sentido. Estaba -y sigo convencido- de que no hay poder más grande que el de la mente y que dejarnos llevar por la percepción es un error que puede ser mortal para cualquier persona. Tenemos que estar seguros de lo que sentimos y vemos. La Fuerza es ese algo exterior que está allá afuera y que está en todo y todos. Hoy en día podríamos decir que es la energía o, incluso, la luz. No importa el adjetivo que le pongamos, el hecho es que sí existe algo tal que nos une a todos y a toda la galaxia y que tal vez podríamos aprender a manipular si utilizáramos un poco más nuestro cerebro.
De niño me perdía horas y horas viendo una y otra vez las mismas películas (El Regreso del Jedi era mi favorita) imaginando que era posible construir un sable láser y convertirse en un Jedi. Luke era mi héroe, como Vader era el de muchos otros. Para mi fortuna -o infortunio- siemrpe he estado del lado de los buenos. Sin embargo, nadie puede negar la grandeza de Vader. Esta historia de 6 películas giran en torno a él, sea Anakin Skywalker o Darth Vader. El resto de la historia son accidentes que enriquecen cada uno de los momentos.
Me resulta imposible imaginar mi infancia sin Star Wars. Incluso mucho de lo que hoy soy tiene que ver con eso. Es inegable que lo vivido de niño se convierte en un sello indeleble. Soy feliz siendo un fan de esta saga que además aportó mucho a la innovación fílmica, pero esa, es otra historia. Otro día platicaré sobre otras experiencias relacionadas con los mundos de Tatooine, Endor, Couruscant, Hoth, Alderan y la Death Star.
Hoy sólo les digo: "May the Force be With You, All".
3 comentarios:
Sabes el viernes de madrugada recordabamos como fuimos parte de la Guerra de las Galaxias y la verdad es k en el género femenino ninguna dijo ser algo fanatica y recorde pk me gustaba, mis dos hermanos mayores me llevaron a verla al cine tambien la misma que viste no dire la edad pk eso es parte del misterio y recuerdo lo magnifico que fue... Gran historia grandes efectos... de ahi en adelante todos los veranos la arrendabamos para verla en tres tandas. Me gusta por lo ke es y por los recuerdos... Un besote muacksssss
Melu: Es la situación de la mayoría de las mujeres. A las que les gusta Star Wars es porque tuvieron un hermano mayor "friki" que las veía una y otra vez además de coleccionar todo lo que fuera relativo al tema. Las parejas también pueden llegar a influir, aunque es un poco más complicado.
Lo cierto es que no conozco mujer que sin tener un hermano mayor o un novio starwarfanático sea una fiel adepta a la saga.
Habrá que hacer algo para atrapar a ese tan excelso género.
Saludos,
jajaja.... puedo decir ke yo arme hasta maquetas con figuritas y todo de la nave y personajes.... :P
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