El dinero

El billete. Alrededor de mis años adolescentes me percaté del verdadero valor del dinero: nada. Comencé a darme cuenta de que la mayoría de los problemas tienen su origen en ese pedazo de papel o metal que alguien arbitrariamente ha otorgado de un valor que no tiene. Las guerras se dan por adquirir más territorio, lo cual otorga más ganancias, lo cual a su vez da más poder. ¿Cuántos divorcios tienen como punto de partida, guión y conclusión las diferentes perspectivas sobre el dinero que cada cónyuge tiene? ¿Cuántos suicidios se llevan a cabo porque las deudas son tan grandes que esa persona no soporta más la presión de saber que tal vez nunca podrá pagar toda esa cantidad? ¿Cuántos homicidios no se cometen so pretexto del papelito verde?

Me parece repugnante. Sin embargo, al parecer no podemos vivir en este mundo sin él. Tampoco puedo negar que me fascina ir de compras y salir de un centro comercial con bolsas de artículos que me gustan (discos, películas, libros, ropa para mi mujer, juguetes para mi hijo). Precisamente porque creo que esa es la finalidad del dinero: gastar. Uno trabaja para ganar dinero (entre otras cosas) y ese dinero servirá para mantener a la familia y poderte comprar las cosas que te gustan. De lo contrario, ¿para qué guardar todo el dinero? Yo soy de la idea de que uno debe ir ahorrando para emergencias, comprar una casa, un coche, pero hay gente que tienen ahorrado ese dinero y más. ¿Para qué?

Su origen se remonta a la vieja tradición de intercambiar bienes: tu bolsa de frijoles por la mía de granos de elote. Se tiene que estar moviendo, es un flujo que tiene que estar constante, de lo contrario todo se corrompería. Allí radica el germen de la corrupción, en la voracidad de querer acumular más y más riqueza que no se sabe qué hacer con ella. El dinero es un antivalor que se encarga de carcomer a los demás. También puede ayudar a que los verdaderos valores se reafirmen. Quien tenga oídos que escuche lo siguiente: Money, the root of all evil today.