3.1.08

Teotihuacan

Teotihuacan (o Teotihuacán, mexicanizado) es uno de mis destinos arqueológicos consentidos. Quien ha estado allí, frente a las pirámides, no puede sino sentir asombro. No puede sino maravillarme lo que estas personas fueron capaces de realizar con los recursos que en ese momento tenían. No soy de la idea de que los extraterrestres construyeron estas pirámides o las de Gizeh. Sí, en cambio, que estos pobladores desarrollaron tecnologías que los "civilizados" del siglo XXI aún no logramos comprender del todo. Sus observaciones astronómicas son sumamente adelantadas. En alguna ocasión leí en un libro de un arqueólogo estadounidense que todo Teotihuacan, que por cierto significa "Lugar donde los hombres se convierten en dioses", representaba el sistema solar con todo y el cinturón de asteroides. De acuerdo con sus mediciones la Pirámide del Sol, cuya imagen ven en la foto, representa al astro rey y la Pirámide de la Luna a nuestro satélite.

Todo el centro está conectado por una gran avenida conocida como la Calzada de los Muertos, a lo largo de la cual hay otras construcciones que van simulando los planetas y un río cercano representa el cinturón mencionado. No sé si todo esto sea cierto y así lo hayan pensado, pero el lugar para mí resulta mágico.
Aprovechando las fiestas decembrinas decidimos mi esposa y yo visitar este majestuoso lugar antes de finalizar el año. Nuestro hijo no lo conocía así que pensamos era un buen pretexto para ir. Si eso me va a llenar de energía y el resto de la parafernalia new age de moda me tiene sin cuidado. Como digo, estar allí es ya, en sí mismo, especial.

La Pirámide del Sol es imponente. Sus escalones de escasos centímentros de ancho dificultan la subida. Sin embargo, eso no nos impidió llegar a la mitad y desde allí contemplar el resto del centro ceremonial. La foto que ahora ven fue tomada arriba de la pirámide.

Siempre que voy hago el ejercicio de imaginar cómo fue todo lo que estoy viendo en su esplendor. Si pudiera viajar hacia atrás en el tiempo definitivamente iría a dos momentos: Teotihuacan y la Gran Tenochtitlan. ¡Qué envidia me dan los ojos de todos esos españoles que junto con Cortés pudieron apreciar --y maravillarse-- ante una civilización que relucía por su grandeza!

Gracias a todos por sus comentarios de fin de año. Deseo para todos ustedes también un 2008 lleno de aprendizaje y consciencia.



5 comentarios:

Isabel Burriel dijo...

Tuve oportunidad de visitarlo hace muchos años. Es alucinanteeee.

Feliz año y besos

Mallén dijo...

Algún día... prometo que algún día podré apreciar con mis propia vista todo lo que me relatas. Un agrado leerte, mil saludos para tí y los mejores deseos para este 2008 nuevecito.

Anónimo dijo...

según yo, el asunto va así. La vista actual de Teotihuacan es obra de don Porfirio y sus arqueólogos científicos. El original, de acuerdo con versiones varias, no tiene nada que ver con esto. ni modo.

Unknown dijo...

Teotihuacán es realmente impresionante.
Quizá si podamos volvernos por momentos dioses y volar un rato.
¿Por qué no?

Fabián dijo...

Que bueno, viajar a Teotihuacán, la verdad te felicito, por qué vale la pena, yo tuve la suerte de ir una vez hace muchas vidas.