8.1.08

Del amor y la mundanidad

"De las primeras decepciones de su sensualidad nació para ella la primera sed de confidencias, tan naturalmente como suele nacer de las primeras satisfacciones del amor. El amor no lo conocía aún. Al poco tiempo lo padeció, que es la única manera como se aprende a conocerlo."

(...)

"Había llegado a no gozar de la naturaleza sino con sus sentidos pervertidos, y el encanto de las estaciones ya no existía para ella más que para perfumar las elegancias y darles tonalidad. Los encantos del invierno se le quedaron reducidos al placer de ser friolenta, y la diversión de la caza cerró su corazón a las tristezas del otoño. A veces quería hacer un intento de recobrar, caminando sola en un bosque, la fuente natural de los verdaderos goces. Pero, bajo el follaje tenebroso, paseaba vestidos esplendorosos. Y el placer de ser elegante corrompía para ella el goce de estar sola y de soñar."

Marcel Proust. "Violante o la mundanidad" en Los placeres y los días. Alianza Editorial. Madrid, 2005, págs. 41 y 47.

1 comentario:

Darío Zetune dijo...

Ajúa! No sabía que ya estaba en español!!

Lo compraré en la mínima oportunidad.

Y creo que, no sólo el amor, sino en general todo aquello que llamamos "experiencia", para que lo sea, uno tiene que padecer.

Abrazo.