Mi familia, pero sobretodo mis padres, me platican cómo fue aquel 27 de agosto de 1976. Incluso es una historia que encuentro fascinante, pues en ella hallo algo especial. El relato es el siguiente:
Cuando nací cayó un aguacero de esos que últimamente han caído gracias a la presencia de los huracanes. Mi madre comenzó con los dolores de parto y mi bisuabuela fue quien la llevó al hospital para que la atendiera su ginecólogo. Yo estaba por nacer, pero el clima estaba imposible. Lograron llegar al hospital y a las 5 de la tarde supe lo que era el mundo afuera del útero de mi madre. Mientras, afuera caía un tormentón. Mi padre no pudo llegar a tiempo gracias a la fuerza de la lluvia que no dejaba de caer. Finalmente, poco a poco fue llegando la familia. Sin embargo, se dice que fue un día caótico en la ciudad de México pues varias calles quedaron anegadas gracias a la precipitación infernal que ese día se dio.

Mis papás vivían en un departamento en planta baja con la Gorda, una dálmata. Me platican que cuando mi padre arribó al departamento lo encontró todo inundado y la Gorda subida en una mesa procurando evitar el agua que cubría algunos de los muebles. "Vaya día para nacer", pienso en ocasiones. Aún no encuentro el significado total a este hecho natural tan intenso justo cuando nací. Probablemente, sea sólo un
per accidens y no signifique algo. No lo sé.
A todo esto, ¿qué tiene que ver una foto de Hegel aquí? Que orgullosamente el filósofo alemán nació el mismo día que yo, de 1770. No lo sé para los demás, pero para mí resulta fascinante saber que comparto onomástico con alguien como él.

Finalmente, otra coincidencia que desde pequeño me gusta relatar. También comparto fecha con la erupción más feroz del Krakatoa (27/agosto/1883). Tal vez allí radica una de las fuentes de las cuales extraigo esa admiración por los fenómenos naturales. El Krakatoa no sólo realizó una erupción de dimensiones mayúsculas, sino que además produjo el maremoto más grande jamás registrado, además de que la onda explosiva se escuchó a unos 6 milo kilómetros de distancia y la energía de la erupción se calcula en 100 megatones (Hiroshima fue de 20).
Sólo quería compartir algunas cosas un poco personales.