11.6.07

Estoy en Mérida

Por razones de trabajo he tenido que venir hoy a Mérida, Yucatán. Sólo estaré el día de hoy y mañana regreso en el vuelo de las 9:30 de la mañana. Quiero comentar varias cosas:

1. Cuando venía en el avión pude apreciar un espectáculo que pocas veces es posible notar y es que por la ruta que tomó el avión pude ver al Popocateptl y al Iztaccihuatl de costado. Siempre los vemos de frente, ya sea desde la ciudad de México o desde Puebla. Verlos así fue emocionante, experimenté una sensación de rareza mezclada con satisfacción.

2. Los pilotos que volaron el avión tomaron el camino por el Golfo de México. Durante casi toda la hora y media que dura el vuelo (poco más) sólo se veía azul por debajo. Para llegar a Mérida el mar comenzó a mutar de color en turquesa y verde. Bellísimo.

3. Cuando comenzamos a abandonar el mar y nos adentramos en tierra aproximándonos al aeropuerto de la capital de Yucatán noté que este lugar está lleno de vegetación. Del mar verde pasamos a tener un paisaje de flora verde. Árboles por doquier.

4. En esta vista aérea de la ciudad noté algo que me entusiasmó mucho y es que desde el aire conté más canchas de beisbol que de futbol. ¿Por qué me emociona así? Porque mi deseo frustrado de la infancia fue no convertirme en jugador de beisbol profesional. De niño llegué a jugar en la Liga Maya. Sin embargo, ese sueño se esfumó. Pero me siguen gustando el bat, la manopla y la pelota.

5. El clima aquí está delicioso. Anteriormente he manifestado mi amor al calor y éste es un excelente lugar para saborearlo. La humedad hace que la ropa se pegue al cuerpo, pero de verdad disfruto mucho este tipo de ambiente.

6. Lo que he logrado notar es que la vida aquí sería más sabrosa. Hay unos árboles, que en este momento he olvidado su nombre, pero que visten la ciudad muy bien. En específico son dos: unos que tienen las copas rojo-anaranjado y otros de copa amarilla. (¿Alguien sabe cómo se llaman?) El trayecto del aeropuerto al hotel está lleno de estos árboles. Además, como plus, la ciudad se percibe limpia, segura y alegre.

7. Mérida podría ser una opción para vivir.

3 comentarios:

Roberto Rivadeneyra dijo...

Ya averigüé cómo se llaman los árboles que llenan sus copas de flores rojo-anaranjadas y amarillas. Son Flamboyanes.

Anónimo dijo...

ha, es verdad estas en merida, que rico.

cuando regreses mandame un mail para irte a visitar.

Roberto Rivadeneyra dijo...

Ya estoy en México.