11.1.10

Alcoholímetro vs Twitter

La semana pasada se desató una controversia entre la medida de prevención de accidentes por alcoholismo conocida como Alcoholímetro y Twitter. Resulta que los jóvenes se avisaban, twitteaban, sobre los retenes de alcoholímetro que había en diferentes calles de la ciudad. Estos retenes normalmente están de jueves a sábado por las noches y detienen a los automovilistas para hacerles unas preguntas y pruebas donde se muestre que el conductor no va en estado de ebriedad. Durante la época decembrina el retén era permanente las 24 horas.

Muchos jóvenes que salían de la posada o el antro con más copas de las que el alcoholímetro podría exonerar avisaban a quienes aún seguían en la fiesta de las calles donde estaban estos retenes para evitar ser detenidos y enviados al Torito por 36 horas (la multa por manejar en estado de ebriedad es arrestar al conductor por 12 o 36 horas, según indique el juez cívico y si no hay acompañante que pueda conducir el auto, éste será arrastrado por una grúa). De modo que la infracción consiste en el arresto y la grúa.

Entonces la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) se percató del uso del Twitter para evitar la sanción del Alcoholímetro y ser armó la marabunta informática de dimes y diretes. Resulta que ahora la SSP propone controlar lo que se publica en Twitter para evitar que los conductores ebrios evadan los alcoholímetros. Es una estupidez su propuesta, como lo es que los jóvenes ebrios insistan en manejar sabiendo que se pasaron de copas. Recordemos lo que le pasó hace casi un año a un joven que iba tomado y quiso evadir un alcoholímetro: atropelló a un policía y lo estrelló, después de conducir con el agente agarrado del cofre del auto, contra la estatua del Papa JP II, matándolo. El joven, estudiante de Derecho y con un futuro prometedor (tenía buen promedio y era cumplido), ahora pasará los próximos 20 años de su vida (tenía 22 cuando lo atropelló) en la cárcel.

Los jóvenes y todos los que salen los fines de semana a distraerse deben ser responsables y decidir que si van a tomar varias copas, entonces o llevan un conductor designado o se van en taxi.

El problema con lo sucedido en el Twitter no es de la red social sino de la cultura de incivilidad que predomina en este país. Con ideología como la de que "el que no transa no avanza" o "si me lo puedo chingar, mejor, soy más chingón", fomentamos la delincuencia y que tarde o temprano seamos víctimas de de esa mentalidad. Censuren Twitter, si quieren, pero y qué harán con los celulares, ¿o a poco creen que antes de Twitter los jóvenes no se avisaban por mensaje a celular? ¿Quieren resolver el problema? Mayor presupuesto para la educación y mejores planes de estudio; profesores bien preparados, bien pagados y exigentes.

1 comentario:

saulaxo dijo...

Que horror, mataron la estatua de JPII!!