26.6.08

Nocturno a mí mismo

Definitivamente, soy un ser nocturno. Ayer --en realidad hoy-- regresé a mi casa a las 12 y media de la madrugada y en lugar de irme a dormir, me senté frente a la computadora a redactar una reseña de mil palabras. Lo mejor fue que a las dos de la mañana que terminé quería seguir escribiendo. Pensé por un segundo en seguirme con la redacción de mi tesis. Sólo fue un segundo, hoy tenía que levantarme a las ocho para cumplir con mis actividades. Confieso que aunque a las 2 y diez de la mañana ya estaba enfundado en las sábanas, me costó trabajo conciliar el sueño. Mi mente seguía pensando, razonando, articulando oraciones y generando ideas. El horario laboral está invertido para mí.

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