El ser humano es un ser histórico, no hay duda sobre ello. Somos nuestro pasado, somos nuestros recuerdos. Sin embargo, como la historia misma, hay fragmentos del pasado que quisiéramos olvidar por el dolor que nos causan, ya sea por lo trágico que fue o por el placer que ya se fue.
El tiempo nos abruma y en ocasiones nos cuesta trabajo vivir con él. Pero la incertidumbre y ansiedad que nos produce es precisamente porque es algo que nosotros no podemos controlar. Simplemente transcurre. No nos pide permiso, no hay órdenes para detenerlo y regresar. Dudo si existen los gusanos de tiempo que nos pueden transportar a otros momentos de nuestra vida -previos o futuros. Ni siquiera sé si me gustaría hacerlo. Pienso que debemos aprovechar cada instante que vivimos y a través del presente vivir en la eternidad. Platón escribió que "el tiempo es la imagen móvil de la eternidad". Vaya que es una metáfora abstracta, profunda y cierta.
La memoria es la capacidad que tenemos para en el presente revivir esos momentos que han transcurrido. Sin embargo, a veces es doloroso; aunque muchas otras es muy placentero. La dualidad, otro elemento presente en el ser humano. Habremos de aprender a evitar los extremos y gozar lo que tenemos. Tal vez algún día lo sepa. Mientras tanto, seguiré disfrutando y padeciendo los estragos del ayer.
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