México todo en cifras

Sergio Aguayo
Aguilar. México, 2008.
343 págs.

Por definición un almanaque es un compendio anual de datos sobre diversos temas. México todo en cifras entra perfectamente en este marco, con el valor de que es mexicano.
El libro publicado por Aguilar es una joya para todas las personas que se dedican al análisis político, económico, social y demográfico de nuestro país. El contenido está claramente diferenciado: geografía, medio ambiente, sociedad, religión, etcétera. Apartado tras apartado los datos cunden en las páginas; algunas incluyen breves explicaciones.
Es un excelente referente para adentrarse en la realidad de México. Podemos corroborar el sitio que ocupamos entre los países más corruptos; que Guanajuato es el estado más católico del país, o que en 2006 tiramos más de 36 mil toneladas de basura. Cada cifra viene respaldada de la fuente de donde se extrajo la información.

Salvo en contadas ocasiones, las estadísticas expuestas son de 2008, lo que le da actualidad y frescura a esta investigación, que también contó con varios colaboradores nacionales e internacionales.

Los amantes de los «datos duros» quedarán complacidos con la labor del profesor-investigador del Colegio de México (Colmex). Auténtico oro molido.

[Roberto Rivadeneyra. Publicado en Istmo 302, marzo-abril]

How Could I / Cynic

How could I forget such a revelation

To love without fear and learn without question

How could I regret the meant occasions

I must begin this day again

Freedom and reason shine through

Paddle upon the clouds one's own canoe

How could I

Humility take charge of me

Drown me in truth's modest waters

Loosen your grip identity

Free me from an ego's falter

Love too often is only a dream

If I am harsh and unkind to myself

So I share these attitudes with you

Must I try?

How could I?

Freedom and reason shine through

Paddle upon the clouds one's own canoe

Love's too often only a dream

If I am harsh and unkind to myself

So I share these attitudes with you

For in this spewing cavern of pride

How could I!

Ganar no es suficiente, hay que humillar...a los gringos

¡Qué bien se siente ganarle a los gringos! El domingo estaba nervioso. La verdad es que no sabía qué esperar del partido por la Copa de oro entre México y Estados Unidos. No sabía si decepcionarme y pensar desde el principio que no ganaríamos, guardar algo de esperanza y pensar que tal vez venceríamos con un marcador de 1-0, o que nos iríamos a tiempos extra y pénaltis... no sabía qué esperar.

Terminó el primer tiempo de juego reglamentario y mi incertidumbre seguía firme: no sabía qué esperar. Afortunadamente llegó el segundo tiempo y los cinco goles. Qué tranquilidad cuando entró el primero y luego el segundo y así hasta culminar la goleada. Estaba tan eufórico que tenía ganas de ir a El ángel de la Independencia en Reforma a celebrar con otros desconocidos semejante humillación. Con los gringos ganar no es suficiente: hay que humillarlos. ¡Cómo no estuvo en ese equipo Donovan!..., el querido Donovan, me hubiera gustado ver su cara de ardido.

Ahora no olvidé poner el partido de la selección y cómo lo disfruté...auténtico placer.

NFL vs FIFA o lo que es lo mismo, el futbol americano taclea al soccer

Hace aproximadamente un mes cené con un amigo en una pizzería muy buena en la colonia Roma. De hecho, esa pizzería la encontramos casualmente un día que buscábamos un buen lugar donde ver los Monday Nigh Footbal (MNF) con otros amigos. Mientras comíamos rebanada tras rebanada de la pizza de queso que ordenamos (sí, nos gusta sólo de queso) surgió como parte de la plática la comparación entre estos dos deportes, el americano y el soccer. Los dos somos más aficionados al deporte de las tacleadas y los súper tazones que al de las patadas y los goles. Entonces tomé una servilleta y comencé a anotar los pros del futbol americano contra el soccer. A continuación algunos elementos que considero hacen superior a un deporte sobre el otro:

1. Repetición: En el futbol americano el uso de la tecnología a favor del desarrollo del deporte está presente. Un ejemplo es la repetición instantánea. Esta consiste en que cada entrenador tiene derecho a solicitarle al referee en dos ocasiones la revisión de una jugada que se haya marcado en su contra. Si el desafío es acertado en su favor las dos ocasiones tiene derecho a una tercera revisión. Si, en cambio, pierde uno o los dos desafíos, se le quita un tiempo fuera por cada desafío solicitado y perdido. La repetición instantánea es altamente útil para determinar una jugada clave como podría ser un touchdown dudoso, una atrapada que se marcó como pase incompleto, un balón perdido que no se marcó como tal. En el soccer podría ayudar a ver si un balón entró o no, cruzó la línea de gol, el fuera de lugar estuvo bien marcado o no, o si un pénalti existió o fue "clavado" del delantero. Desgraciadamente, la tecnología no parece interesarle a la FIFA ni a los panboleros.
2. Tope salarial: En la NFL, como en otros deportes estadounidenses, existe un tope salarial. Este consiste en que se fija una cantidad de dinero que todos deben respetar. Por ejemplo, para la temporada de americano que inicia en septiembre ningún equipo puede rebasar los $127 millones de dólares disponibles. Para ello hay un organismo encargado de revisar que los salarios de los 52 jugadores que cada equipo tiene no rebase dicha cantidad por año. Esto obliga a que aunque todos los equipos pueden tener estrellas en su roster no se convierta todo el roster en una estrella (aka, los galácticos). Si un jugador "estrella" quiere permanecer en un buen equipo generalmente renegocian su contrato para que el ajuste de su salario permita retenerlo junto con alguna otra "estrella" en el equipo. Recientemente el mismo equipo al que me referí como los galácticos, el Real Madrid, compró a Cristiano Ronaldo por $94 millones de euros. ¿Y el tope salarial? En la FIFA no existe, no es relevante. La ventaja del tope salarial es que te permite tener una liga más competitiva, pues mientras casi cualquiera puede ser campeón en la NFL, la posibilidad de coronarse en el soccer se reduce a los mismos 5 equipos cada temporada o, mejor dicho, a los que pudieron gastar más en jugadores "buenos".
3. Ejecución de los castigos: La precisión en la NFL es una de sus garantías. Un pase completo se marca donde el jugador fue tacleado. En los castigos sucede exactamente lo mismo. Gracias al diseño del juego esto es justo y exacto: el emparrillado permite colocar el balón exactamente en el lugar donde se decretó el castigo. Por ejemplo, una falta personal le cuesta al equipo infractor 15 yardas, lo que quiere decir que el balón se colocará 15 yardas más atrás o más adelante del punto donde se ejecutó la última jugada. Si en el soccer se le comete una falta a un jugador, esta suele cobrarse en una periferia de 5 metros. Rara vez se cobra la falta en el punto exacto donde se cometió. Ni qué decir de las barreras que nunca se colocan a los metros estipulados (9 metros con 15 centímetros) y por demás vemos a los jugadores colocados en la barrera siempre moviéndose tratando de ganar terreno. Es decir, se da pie a ser tramposo, aprovechado, injusto... todos valores que buscamos inculcar en nuestra sociedad... me imagino.
4. Árbitros: En la NFL son 7 árbitros en cada partido. Con esto se busca que ¡se juegue! como tiene que ser: limpio y justo. El Fair play de la FIFA tiene esa intención, que desgraciadamente no sirve para hacer el juego más justo. El soccer cuenta con tres árbitros: el central y dos auxiliares y las más de las veces notamos que harían falta al menos dos más para juzgar con la mejor prudencia cada jugada.
5. Estudio del juego: El libro que cada jugador de futbol americano tiene que estudiar para poder formar parte de un equipo que exitoso suele tener más de 800 páginas de jugadas (ofensivas y defensivas) que cada jugador debe aprender. ¿Por qué? Para saber que si se decide jugar la Verde2 Amarillo56 Águila el corredor, liniero, fullback, quarterback, ala cerrada y alas abiertas sepan sus posiciones y trayectorias para que la jugada sea exitosa. La defensiva realiza lo mismo. De manera que en el futbol americano se busca que sus jugadores no sólo sean grande atletas, sino que sepan utilizar su cerebro, así sea para memorizar más de dos mil jugadas diferentes. Y en el soccer... ¿jugamos con línea de tres, de cuatro o de dos? ¿O mejor un 5-3-2? ¿Esa es la estrategia del soccer? ¿Cuántas jugadas tienen que aprenderse? ¿Cuánto tienen que estudiar? ¿Estudian para cada partido?
6. Anotaciones: Este es uno de los puntos más delicados e importantes. ¿Alguna vez han visto un partido de futbol americano que termine 0-0? ¡Jamás! Lo más aburrido que me tocó ver fue un Pittsburgh-Miami en 2007 donde debido la lluvia el partido terminó 3-0 en favor de los acereros. Y aún así, fue más entretenido que los vomitivos 0-0 que cada jornada de futbol soccer tenemos que chutarnos. La finalidad del deporte debería ser brindar un buen espectáculo, para lo cual las anotaciones son el ingrediente principal. ¿Quiénes llenan los estadios? Los equipos más anotadores, tanto en soccer como en americano.
7. Manejo del tiempo: En el futbol americano se juegan 60 minutos reales de juego (de transmisión suelen ser de 3 horas, pero eso depende del desarrollo de cada partido). En el soccer los 90 minutos se reducen a unos 30 minutos de juego efectivo (salvo en contadas, contadísimas, ocasiones). Precisión ante todo.
8. Lapso de las temporadas: Aunque como fanático de la NFL sufro los meses donde no hay partidos, los 5 meses que dura la temporada son lo mejor que se puede ver cada domingo en la televisión. Desde hace como 5 temporadas que un estadio de futbol americano no tiene menos de 80% de su capacidad. ¿Por qué se llenan los estadios? El espectáculo, el entretenimiento y la expectación por la nueva temporada. En el soccer, al tener futbol todo el tiempo termina por aburrir. Ir al estadio no genera demasiada emoción porque puede terminar 0-0 y además, tengo 8 meses más para ir.
9. Porristas: Salvo los Steelers y algún otro equipo que seguro se me escapa que no tiene porristas, las de la NFL son especiales. Las vaqueritas de Dallas como las más famosas, pero cada equipo tiene muchas que son bastante guapas. ¿Y en el soccer?...
10. Publicidad: Como todo en la vida económica de hoy, la publicidad es importante, pero díganme quién ha visto que el uniforme de cualquier de los 32 equipos de la NFL tengan una tapicería de marcas encima. NINGUNO. Ahora díganme qué equipo de primera división de futbol, del país que quieran, está limpio de publicidad (ni siquiera el Barcelona se salva pues, aunque no es publicidad económica, sí lo es en imagen). Nada como ver un uniforme limpio, sin estampas comerciales. La NFL es su propia publicidad.

¿Alguna duda de qué deporte es mejor? Comparto con ustedes la servilleta que inspiró esta entrada.

La isla de las voces

Robert Louis Stevenson
Libros del Zorro Rojo. Barcelona, 2008.
34 págs.

Hacia el final de su vida, Stevenson fijó su residencia en la Polinesia. Los nativos le apodaron «Tusitala», el que cuenta historias, pues era capaz de inventar un sinnúmero de narraciones fantásticas. El encanto de este lugar fue tal que pidió ser enterrado en lo alto del volcán Vaea, de cara al mar; también, seguro, alimentó su imaginación.

En 1893, un año antes de morir, escribió una de sus últimas creaciones: La isla de las voces. Hoy ese cuento nos llega gracias a una bellísima edición que Libros del Zorro Rojo preparó. La traducción de Marcial Souto está muy bien cuidada; se nota la fluidez que los textos de Stevenson siempre tienen. Alfredo Benavídez Bedoya estuvo a cargo de las ilustraciones, auténticas obras de arte, exquisitas en su plástica.

La isla de las voces es una obra versátil; la puede leer un adolescente y quedarse con un grato sabor de literatura; un adulto permanecerá atrapado descifrando los simbolismos de las aventuras entre Kalamake, el gran brujo, y Keola, su yerno. La furia vengativa del primero determinará las aventuras del segundo, quien se verá sorprendido entre caníbales y voces de una isla donde todo puede suceder.

[Roberto Rivadeneyra. Publicado en Istmo 301, marzo-abril de 2009.]

Los niños voladores

Verónica Munguía

Conaculta. México, 2008.28 págs.

Uno de los recurrentes deseos colectivos es volar. Por alguna razón, todos quisiéramos imitar la naturaleza de las aves –las que vuelan, claro.

¿Quién no ha soñado que vuela, que comienza a correr hasta que la velocidad le permite elevarse del pavimento? Incluso, intentamos «aletear» para tomar absoluto control de nuestra nueva condición.

Verónica Munguía inicia Los niños voladores con la siguiente declaración: Creo que los niños, sin excepción, deberían volar desde los tres hasta los once años. Y, ¿por qué no? ¿Qué tipo de mundo tendríamos si esto fuera posible? ¿De adultos abortaríamos esta idea o, por el contrario, intentaríamos prolongar lo más posible esa condición que sólo es dada a los niños entre los tres y los once años?

Este cuento infantil lleva de la mano a adultos y niños por la posibilidad de volar. El trabajo gráfico estuvo a cargo de Víctor García, quien complementa los pensamientos de Verónica a lo largo de todo el texto con magníficas ilustraciones.

Los niños voladores es una obra que invita a desprenderse de las ataduras convencionales en busca de nuevos horizontes. Si quiere saber cuáles son sus posibilidades, atrévase, abra el libro y ¡vuele!

[Roberto Rivadeneyra. Publicado en Istmo 301, marzo-abril de 2009.]