22.2.08

Estadio Pseudo-Religioso

De acuerdo con Kierkegaard el ser humano atraviesa en su vida tres estadios: el Estético, el Ético y el Religioso. En este último la angustia se apodera de nosotros al percatarnos de lo Infinito frente a nuestra finitud. ¿Quién es el hombre ante la presencia de Dios? ¿Quiénes somos nosotros frente a la creación, el universo?

No sé si ya lo hayan experimentado, pero sentir esa pequeñez puede ser adictivo. He estado analizando el hecho de gozar tanto los fenómenos naturales: maremotos, erupciones volcánicas, tornados, huracanes, terremotos. He presenciado algunos hechos que, aunque no tan intensos como los mencionados, superan mis fuerzas mortales.

La primera vez ocurrió en Nueva York. Un ciclón tocó la ciudad y arrojó vientos que doblaban árboles y la lluvia nublaba la visibilidad. Recuerdo haber sentido miedo. En otra ocasión --el terremoto de 1985 de la ciudad de México ya había pasado y yo no vivía en la ciudad en ese entonces-- estaba en el departamento de mis papás cuando comenzó a temblar. Fue uno fuerte. Veía cómo todo se movía de un lado a otro, el piso crujía, las paredes tronaban y el edificio chocaba contra las contrucciones vecinas. De mi pecera se desbordaba el agua. Yo sólo pensaba que si en este momento se intensificaba el movimiento telúrico, no habría nada que pudiéramos hacer.

Así me ha tocado vivir varias experiencias donde enfrento a la naturaleza y me reconozco pequeño. El tsunami que azotó a Asia en 2004 (foto) es una de esas cosas que no me canso de ver una y otra vez en documentales. ¿Cómo sucedió y por qué? son preguntas que me acechan constantemente. Pero sobretodo, notar la insignificancia de nuestra especie frente al rugido de la naturaleza. Nuestra inteligencia --el arma más poderosa que como animales poseemos-- es incapaz de hacer algo contra una catástrofe natural. Lo más que podemos hacer es evacuar, irnos, abandonar, "tirar la toalla" porque el rival es infinitamente más poderoso.

No sé si pueda decir que vivo un Estadio Religioso a la Kierkegaard cada que veo, leo o siento el poder natural. No lo sé porque, aunque reconozco mi finitud, desconozco si el Absoluto está allí, manifestado en una ola gigante, un volcán o un tornado. Lo extraño es que experimento cierto placer en esa angustia frente a los fenómenos naturales. ¿Será que estoy a un paso de comprender cabalmente las palabras del filósofo danés?

7 comentarios:

RED SHOES GIRL dijo...

Para mí el bsoluto esta ahí, o eso espero.....

Saludos, gracias por entrar a mi espacio!

Darío Zetune dijo...

pero es que se presupone eso cuando se es cristiano. Pregunto si un pagano aceptaría la teoría kierkegardiana. Por lo menos, Plotino no.

Salú!

Darío Zetune dijo...

Nota Bene: Ahora con la nueva foto de perfil, ya no pareces rockero, pero le das un aire a Günter Grass

Mallén dijo...

Sören es uno de mis favoritos, precisamente por esa angustia que va de la mano con la responsabilidad de la evolución. Claro que es adictiva, muchísimo; el saberse diminuto y a la vez poder contemplar la grandeza.
Sentirse como una pulga caminando sobre el lomo de un paquidermo...
Cariños, Roberto.

Jesús dijo...

Hay que rebelarse contra dios, solo así podremos comprenderle.

Joyce dijo...

Cuando uno siente miedo, inseguridad, o la muerte cerca, lo fácil es agarrarse a Dios. Pero Dios no existe...

Anónimo dijo...

jo jo jo realmente has escrito, muy bien, me gusta como escribes, bastante, sensillo contundente e informativo, cada vez que te leo me dan más ganas de leer algun cuento tuyo, me lo debes.