Descubrir al hacedor y padre de este universo es difícil, pero, una vez descubierto, comunicárselo a todos es imposible. (Platón, Timeo, 28c)
30.10.06
Desayuno dominical
Ayer desayuné un delicioso club sándwich en Coyoacán a las 2 de la tarde. Lo acompañé con una cerveza y una exquisita plática sobre filosofía, budismo y encuentros mayas. Ordené el club sándwich, que insisto estaba delicioso, porque a las 2 de la tarde ya no sirven desayunos. Desde que era pequeño me preguntaba el por qué de esos horarios en domingo. ¿Que no el domingo es para descansar? Siempre existirán los madrugadores. Bien por ellos. Sin embargo, habemos otros que gozamos la calidez de las sábanas a las 11 o 12 del día. ¿Qué tiene de malo eso? ¿Qué tiene de malo tomar el primer alimento entre la 1 y las 2 de la tarde? ¿Por qué si quiero desayunar fuera de casa a esa hora no puedo ordenar huevo con jamón acompañado de un par de panes tostados y un jugo de naranja grande? Al parecer, las reglas establecidos por los comercios restauranteros están regidas por la costumbre del madrugador. Los que escogemos vivir de noche y dormir de día tenemos que desayunar la comida, qué ironía (una ley de la vida).
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