Estoy leyendo El arte de ser feliz de Shopenhauer. Para mí hay una regla muy sencilla de la cual se deriva el resto: Vivir sin complicaciones, es decir, actuar de tal manera que los disgustos que tenga en la vida sean mínimos. Construir un sendero que me genere más satisfacciones que enfados. Aunque todos buscamos eso en determinada medida, tantos prejuicios y estereotipos limitan su acceso. Hasta cierto punto propongo ser cínico. Es lamentable la connotación que el cinismo posee en nuestros días. ¡Oh, Antístenes, qué sabio fuiste!
1 comentario:
Del cinismo aquel al de ahora... han cambiado algunas cosas. En lo que coincido plenamente es en vivir minimizando los disgustos, aunque a veces sea imposible por otros motivos.
Un saludo!
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