El jueves pasado salió el nuevo sencillo de Metallica, "The Day that Never Comes". Me parece que también salió el video pero ese no lo localicé en YouTube. Desde que sacaron el Black Album no han tenido un disco que esté a la altura de su música. Es decir, tanto Load como Re-Load y St. Anger son discos buenos en tanto que la música contenida respeta las reglas de melodía y armonía y, pensando que no son Metallica, es posible decir que es bueno. El problema es que Metallica no es esa música, sino el Thrash Metal que inventó en 1982 y dio a conocer en 1983 con Kill 'Em All.
Particularmente creo que fue Bob Rock quien en gran medida condujo a la banda por esos territorios experimentales. Hoy con Rick Rubin como productor mis expectativas aumentan. Recientemente le produjo a Slayer su último álbum y quedó maravilloso. También trabajó con Johnny Cash, Red Hot Chilli Peppers y System of a Down, entre muchos otros artistas. De los álbumes producidos, aproximadamente 90% han sido excelentes.
El nuevo sencillo de Metallica llegó y, a pesar de las tres decepciones anteriores, no puedo evitar emocionarme. Lo he escuchado unas veinte veces desde que me llegó. De entrada tengo que decir que me parece 200% superior a lo hecho post-Black Album. La canción tiene la estructura de grandes éxitos como Fade to Black y One. Hay momentos de la rola que me recuerdan el Master of Puppets y otros me conducen hacia el Black Album. El final de The Day that Never Comes es particularmente bueno. Los requintos de esa parte son una reminiscencia de Kill 'Em All. El álbum, Death Magnetic, aparecerá en las tiendas el 12 de septiembre. Puedo decir que esta primera entrega me deja satisfecho y calma un poco mi angustia por otro mal disco de mi grupo favorito.
Espero sus opiniones.
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