Hoy se inauguraron las Olimpiadas en Beijing. A pesar de las protestas por liberar al Tibet, los chinos continuaron con su mercadológico plan de "integrarse al mundo Occidental" y someter al Tibet. Resulta indignante que mientras Bush se aferra a su estúpida guerra --¿cuál no lo es?-- en Irak, asista a una auténtica celebración: la de una competición de coraje, esfuerzo y disciplina. ¿Cómo fue posible que volteara el rostro al ver que la delegación de Irán ingresaba al "Nido de pájaro"? ¿Quién se cree que es?
Tras el maratónico desfile de las 204 delegaciones que competirán en estos Juegos Olímpicos, el presidente del Comité Olímpico de Beijing, Liu Qi, y su homólogo Internacional, Jacques Rogge, dieron unas palabras de bienvenida previo al espectacular encendido del pebetero. Qi dijo que "Por un largo tiempo, China ha soñado en abrir sus puertas para los Juegos Olímpicos y ese sueño se convirtió hoy en realidad". ¿Y el sueño de los tibetanos de volver a ser libre? ¿Y el sueño de los propios chinos que quieren la libertad? ¿No es acaso este un pretexto magnífico para cumplir todos esos sueños? Aprovechemos el festejo olímpico y mostremos que la esperanza y la justicia existen. Finalmente, como ellos mismos bautizaron estas Olimpiadas: Un mundo, un sueño. Tal vez sólo una utopía.
2 comentarios:
¿Sabías que el lema de Scotiabank es One team One goal?
*wink
El universo confabula de maneras extrañas...
Mira que justo ahora y justo en este post regresó a vistar tu Blog!
Muchos, muchos saludos!!!
Prometó leerte pronto!
Utopía (Ana)
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