Descubrir al hacedor y padre de este universo es difícil, pero, una vez descubierto, comunicárselo a todos es imposible. (Platón, Timeo, 28c)
21.9.07
Black Holes and Revelations
Además de los deportes, de niño tenía una fascinación por el universo y la naturaleza. Recuerdo haberme quedado horas viendo los libros de Time Life que nuestros padres o abuelos tenían en los libreros que decoraban la sala o el cuarto de tele. Una de las imágenes que más me impactaba era la de un acercamiento a la parte frontal de una tarántula. Podía ver sus ocho ojos, podía contarlos. Me sentía observado y sin embargo, seguro. Es una fotografía realmente buena. Otra sección donde detenía mi atención por horas era el universo. Contemplaba los planetas, sus lunas, el sol, imaginaba el resto de la galaxia, me situaba en la periferia y hacía un esfuerzo por tratar de concebir la inmensidad de lo que nos rodea fuera de la Tierra. Pensaba en más estrellas, más planetas, más galaxias, más mundos, más gente, más sistemas solares, más soles, más infinito. Viajaba por doquier y hasta donde mi imaginación me lo permitía.
El cosmos, como bien hicieron en definir los griegos a todo lo que abarca el sistema natural, está lleno de sopresas y misterios por develar. Los agujeros negros son uno de esos dilemas que de vez en cuando comienzan a establecer sinapsis. ¿Qué diantres son?
De acuerdo con los astrónomos un agujero negro es el colapso de una estrella, cuyo poder gravitacional es tan fuerte que todo, absolutamente todo, queda atrapado por él. Veamos, las estrellas no mueren todas igual. Unas se convierten en supernovas, otras en enanas blancas, en gigantes rojas o estrellas de neutrones. Además, en agujeros negros. Las que adoptan esta muerte generalmente son aquellas cuya masa era inmensa y al morir, se convierten en una masa que atrae a todo hacia sí.
Me encantan estos juegos de la naturaleza. Una estrella, radiante de luz se convierte en un agujero negro, tan poderoso que todo aquello que circunde su perímetro --el cual puede ser de millones de kilómetros, o años luz como correctamente pronunciarían los astrónomos-- es succionado por él. La luz, incluso. Impresionante. La luz ahora celosamente no permite que, una vez muerta, se proyecte otra luz.
Hoy me doy cuenta de que el ser humano es capaz de lo mismo. Me pregunto, cuando uno es succionado por un agujero negro, ¿muere?
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3 comentarios:
No lo creo, mi pieza lo es y aun no he muerto o si?? besos suerte....
Según dicen en el filo de un agujero negro el tiempo se detiene, luego ni muere ni vive. Tambien parece que hay otros agujeros negros diferentes del colapso de estrellas, son los supermasivos del centro de algunas galaxias, y microagujeros que se formaron al principio del universo...un tema sin fondo
sip, la presión hace que tu cuerpo colapse... o dicho en otras palabras, te haces mierda...
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