Ayer nos avisaron que el embrión no se logró. El corazón que debió desarrollársele sólo quedó en un intento. La ginecóloga le llamó "corazón automatizado", late, pero no hay vida. Nos explicó que es como las lagartijas que al cortarles la cabeza siguen vivas un tiempo antes de que mueran; su corazón late aunque ya no tiene nada que irrigar para mantener vivo. Nuestro embrión es así, está en agonía; pronto la naturaleza hará su parte e intentaremos nuevamente quedar embarazados. Mientras tanto, comparto esto al tiempo que entra en luto este espacio.
3 comentarios:
Lo siento muchisimo, abrazos para los dos y muchos animos!!!
De luto con ustedes, hermano.
Nos unimos al dolor.
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