En México se ideó desde hace algunos años que los ciudadanos tuviéramos una Clave Única de Registro Poblacional (CURP). Para obtenerla se han de ingresar una serie de datos que arrojan un código gigantesco --con gran sentido lógico-- donde los últimos dos dígitos son en realidad lo que me determinan como único --¿acaso Boecio y su sustancia individual tuvieron algo que ver?--. Al llevar a cabo este ejercicio burocrático recordé que las cartas astrales funcionan con una lógica similar. ¿Será el Curp una triquiñuela gubernamental para conocer mi futuro?
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