Miguel Munárriz, director de comunicación de Grupo Santillana, publicó la lista de los 101 libros que todo ser humano debe leer antes de morir. Aquí la comparto. Subrayo en naranja aquellos que ya leí.
Edgar Allan Poe: Cuentos
Leopoldo Alas Clarín: La Regenta
Jane Austen: Orgullo y prejuicio
Paul Auster: Leviatán
Julián Ayesta: Helena o el mar del verano
Pío Baroja: Las inquietudes de Shanti Andía
Giorgio Basanni: El jardín de los Finzi-Contini
Ambrose Bierce: Cuentos de soldados y civiles
Adolfo Bioy Casares: La invención de Morel
Jorge Luís Borges: Ficciones
Ray Bradbury: Farenheit 451
Emily Brönte: Cumbres borrascosas
A. Bryce Echenique: La vida exagerada de Martín Romaña
Mijail Bulgakov: El maestro y Margarita
Dino Buzzati: El desierto de los tártaros
G. Cabrera Infante: La Habana para un infante difunto
Louis F. Celine: Viaje al fin de la noche
James M. Cain: El cartero siempre llama dos veces
Albert Camus: El extranjero
Blaise Cendrars: La mano cortada
Italo Calvino: Las ciudades invisibles
Truman Capote: A sangre fría
Lewis Carroll: Alicia en el País de las Maravillas
Camilo J. Cela: La familia de Pascual Duarte
Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha (fragmentos)
J.M. Coetzee: Desgracia
Wilkie Collins: La dama de blanco
Joseph Conrad: El corazón de las tinieblas
Benjamín Constant: Adolfo
Julio Cortázar: Rayuela
Raymond Chandler: El largo adiós
Anton Chéjov: Cuentos
Chesterton: El hombre que fue jueves
John Cheever: La edad de oro
Ágata Christie: El asesinato de Roger Ackroyd
Charles Dickens: Papeles póstumos del Club Pickwik
Daniel Defoe: Robinson Crusoe
Denis Diderot: Jacques el fatalista
Alfred Döblin: Berlín Alexanderplatz
John Dos Passos: Mannhatan Transfer
Fiodor Dostoievski: Crimen y castigo
Umberto Eco: El nombre de la rosa
William Faulkner: Santuario
Gustave Flaubert: Madame Bovary
H. G. Wells: La guerra de los mundos
Carlo Emilio Gadda: El zafarrancho aquel de Vía Merulana
G. García Márquez: Cien años de soledad
Wolfgang Goethe: Werther
Graham Green: El poder y la gloria
Dashiell Hammett: Cosecha roja
Nathaniel Hawthorne: Wakefield y otros cuentos
Ernest Hemingway: París era una fiesta
Patricia Highsmith: Extraños en un tren
Aldous Huxley: Contrapunto
John Irving: El mundo según Garp
Henry James: La copa dorada
James Joyce: Retrato del artista adolescente
Phillip K. Dick: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
Franz Kafka: La metamorfosis
Carmen Laforet: Nada
G.T. di Lampedusa: El Gatopardo
Jack London: La llamada de la selva
Norman Mailer: Los desnudos y los muertos
Thomas Mann: La montaña mágica
Juan Marsé: Si te dicen que caí
Hermann Melville: Moby Dick
Eduardo Mendoza: La ciudad de los prodigios
M. Mujica Láinez: Bomarzo
Vladimir Nabokov: Lolita
Juan Carlos Onetti: Dejemos hablar al viento
George Orwell: 1984
Benito Pérez Galdós: Fortunata y Jacinta
Thomas Pynchon: La subasta del lote 49
Marcel Proust: En busca del tiempo perdido
Raymond Queneau: Zazie en el metro
Mercè Rodoreda: Espejo roto
Joseph Roth: La marcha Radetzky
Philip Roth: El lamento de Portnoy
Juan Rulfo: Pedro Páramo
Françoise Sagan: Buenos días, tristeza
A. de Saint-Exupery: El Principito
J.D. Salinger: El guardián entre el centeno
Leonardo Sciascia: Todo modo
F. Scott Fitzgerald: El gran Gatsby
William Saroyan: La comedia humana
Ramón J. Sender: Imán
William Shakespeare: Hamlet
John Steinbeck: Las uvas de la ira
Stendhal: La Cartuja de Parma
Laurence Sterne: Aventuras del caballero Tristram Shandy
Robert L. Stevenson: La isla del tesoro
Leon Tolstoi: Guerra y paz
Mark Twain: Las aventuras de Tom Sawyer
Mario Vargas Llosa: Conversación en la catedral
Julio Verne: La vuelta al mundo en 80 días
Boris Vian: La espuma de los días
Voltaire: Cándido
Kurt Vonnegut: Matadero Cinco
Mika Waltari: Sinuhé el egipcio
Virginia Woolf: La señora Dalloway
Marguerite Yorcenar: Memorias de Adriano
Leopoldo Alas Clarín: La Regenta
Jane Austen: Orgullo y prejuicio
Paul Auster: Leviatán
Julián Ayesta: Helena o el mar del verano
Pío Baroja: Las inquietudes de Shanti Andía
Giorgio Basanni: El jardín de los Finzi-Contini
Ambrose Bierce: Cuentos de soldados y civiles
Adolfo Bioy Casares: La invención de Morel
Jorge Luís Borges: Ficciones
Ray Bradbury: Farenheit 451
Emily Brönte: Cumbres borrascosas
A. Bryce Echenique: La vida exagerada de Martín Romaña
Mijail Bulgakov: El maestro y Margarita
Dino Buzzati: El desierto de los tártaros
G. Cabrera Infante: La Habana para un infante difunto
Louis F. Celine: Viaje al fin de la noche
James M. Cain: El cartero siempre llama dos veces
Albert Camus: El extranjero
Blaise Cendrars: La mano cortada
Italo Calvino: Las ciudades invisibles
Truman Capote: A sangre fría
Lewis Carroll: Alicia en el País de las Maravillas
Camilo J. Cela: La familia de Pascual Duarte
Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha (fragmentos)
J.M. Coetzee: Desgracia
Wilkie Collins: La dama de blanco
Joseph Conrad: El corazón de las tinieblas
Benjamín Constant: Adolfo
Julio Cortázar: Rayuela
Raymond Chandler: El largo adiós
Anton Chéjov: Cuentos
Chesterton: El hombre que fue jueves
John Cheever: La edad de oro
Ágata Christie: El asesinato de Roger Ackroyd
Charles Dickens: Papeles póstumos del Club Pickwik
Daniel Defoe: Robinson Crusoe
Denis Diderot: Jacques el fatalista
Alfred Döblin: Berlín Alexanderplatz
John Dos Passos: Mannhatan Transfer
Fiodor Dostoievski: Crimen y castigo
Umberto Eco: El nombre de la rosa
William Faulkner: Santuario
Gustave Flaubert: Madame Bovary
H. G. Wells: La guerra de los mundos
Carlo Emilio Gadda: El zafarrancho aquel de Vía Merulana
G. García Márquez: Cien años de soledad
Wolfgang Goethe: Werther
Graham Green: El poder y la gloria
Dashiell Hammett: Cosecha roja
Nathaniel Hawthorne: Wakefield y otros cuentos
Ernest Hemingway: París era una fiesta
Patricia Highsmith: Extraños en un tren
Aldous Huxley: Contrapunto
John Irving: El mundo según Garp
Henry James: La copa dorada
James Joyce: Retrato del artista adolescente
Phillip K. Dick: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
Franz Kafka: La metamorfosis
Carmen Laforet: Nada
G.T. di Lampedusa: El Gatopardo
Jack London: La llamada de la selva
Norman Mailer: Los desnudos y los muertos
Thomas Mann: La montaña mágica
Juan Marsé: Si te dicen que caí
Hermann Melville: Moby Dick
Eduardo Mendoza: La ciudad de los prodigios
M. Mujica Láinez: Bomarzo
Vladimir Nabokov: Lolita
Juan Carlos Onetti: Dejemos hablar al viento
George Orwell: 1984
Benito Pérez Galdós: Fortunata y Jacinta
Thomas Pynchon: La subasta del lote 49
Marcel Proust: En busca del tiempo perdido
Raymond Queneau: Zazie en el metro
Mercè Rodoreda: Espejo roto
Joseph Roth: La marcha Radetzky
Philip Roth: El lamento de Portnoy
Juan Rulfo: Pedro Páramo
Françoise Sagan: Buenos días, tristeza
A. de Saint-Exupery: El Principito
J.D. Salinger: El guardián entre el centeno
Leonardo Sciascia: Todo modo
F. Scott Fitzgerald: El gran Gatsby
William Saroyan: La comedia humana
Ramón J. Sender: Imán
William Shakespeare: Hamlet
John Steinbeck: Las uvas de la ira
Stendhal: La Cartuja de Parma
Laurence Sterne: Aventuras del caballero Tristram Shandy
Robert L. Stevenson: La isla del tesoro
Leon Tolstoi: Guerra y paz
Mark Twain: Las aventuras de Tom Sawyer
Mario Vargas Llosa: Conversación en la catedral
Julio Verne: La vuelta al mundo en 80 días
Boris Vian: La espuma de los días
Voltaire: Cándido
Kurt Vonnegut: Matadero Cinco
Mika Waltari: Sinuhé el egipcio
Virginia Woolf: La señora Dalloway
Marguerite Yorcenar: Memorias de Adriano
8 comentarios:
Como toda lista, es imposible darle gusto a todos. Aquí mis sugerencias.
1. Me parece que El Aleph es mejor que Ficciones de Borges.
2. En mi lista estaría incluido el Ensayo sobre la ceguera de Saramago.
3. ¿Y La divina comedia?
4. Es necesario algo de Sófocles: o Edipo rey o Antígona.
chunga el amarillo no se lee bien, lo podrias cambiar por azul o rojo?
Perdón, no sólo no se leía bien, sino que era agresivo.
Crometría
¿Qué marcaste en narnaja?
Hijos de la enciclopedia, nuestra generación es así: listas, rankings, tops y mamada y media.
Ninguna lista está completa, la que presentas es sesgada y miserable como todas. Falta Jardiel, el Mahabarata y Gilgamesh y Esopo y Zweig. Pero lo triste no es eso.
Lo penooso es que a tus 30 y tantos no hayas leído al Maestro y Margarita o el Catcher in the rye o al caballero Shandy, que es mucho más divertido y luminoso (es que es genial) que el caballero Jedi o a Roth (el bueno) o a Shakespeare y que, en cambio, le hayas dedicado horas a 100 años de promiscuidad, que es un libro perfectamente avieso e intrasendente.
100 años de soledad es una pérdida de tiempo, coincido con el Insolentino.
Lo interesante sería ver la lista que tú harías, Xunga...
Muchas gracias por la lista!Me los imprimo porque me encanta leer.
Yo guardo un buen recuerdo de "El lobo estepario" no se si está. Y de "La soledad era esto" (Los leí hace mucho ahora no se que me parecerían)
Felicidades por el blog
Buena idea, Kics. Algún día la pondré.
Alba, qué bueno que te gustó el blog. Espero verte más seguido por aquí. No, la lista no incluyó a Hesse, otro que para mí tendría que estar.
Debería daros vergüenza criticar a alguien por los libros que haya leído o no. Eso si que es patético... y no el hecho de que falten libros en la lista.
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