Hoy comí con Isolino. Este hecho no es el que hace, por sí mismo, que la comida haya sido peripatética. Lo fue la plática que surgió como consecuencia de la sobremesa. La conclusión, él es un aristotélico necio, realista e reduccionista al absurdo; yo, un platónico necio, formalista y dispuesto a defender que la forma no es un co-principio de la materia. Eliminada ésta, aquélla subsiste.
Nihil obstat
ResponderBorrar...
Sístole
ResponderBorrarDiástole
Infierno
ResponderBorrarEs asombrosa la manera que tiene la vida para castigarlo a uno
platon es puto!
ResponderBorrarEso, Saúl, es una obviedad.
ResponderBorrar