
Llueve, llueve y continúa lloviendo. Cada gota que cae tiene algo de mar. Yo soy un desierto y como tal ansío agua. Cada vez con más frecuencia llueve todo el día. Huracanes, ciclones, tormentas tropicales o simplemente un chipi chipi. Golpean la tierra, la azotan. Todo es mar. Extiendo los brazos y dejo que su fuerza me sacuda. Abro los ojos. Aún permanezco seco.
Y eso que no te gustaba la lluvia!!
ResponderBorrarLlueve en todas partes... y como cantó Serrat: "Llueve,detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados, sobre los pardos tejados,sobre los campos, llueve.."
Y aquí estamos más secos que la pata de Perico...
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